sábado, 30 de mayo de 2009

LA CAPACIDAD DE GUARDAR SILENCIO

Guardar silencio es una costumbre mágica tradicional que ayuda a proteger la energía que ponemos en nuestros rituales.

Hay un viejo proverbio esotérico que enseña que el “poder compartido es poder perdido”.

Guardar nuestros objetivos mágicos para nosotros mismos nos permite centrar nuestra energía y atención en ellos y no en hacer alarde de los éxitos que esperamos tener.

El hecho de hablar de nuestro Arte, incluso de manera informal, a la persona equivocada puede dificultar nuestro trabajo si esa persona tiene interés en nuestro fracaso. La energía negativa fortuita puede hacer tanto daño a nuestros hechizos como podría hacerlo un brujo experimentado que dirigiera hacia nosotros deliberadamente la influencia maligna de un contrahechizo.

Hay que recordar siempre la meta de todo brujo de “Mantener en orden nuestras palabras”.

Bendiciones!

MOMENTOS EN LOS QUE NO DEBERIA PRACTICARSE LA MAGIA

Si bien es cierto que si se realiza de manera apropiada, la magia no debe consumir nuestras reservas de energía hasta un nivel serio, esto requiere de cierto esfuerzo, que a veces puede resultar agotador en sí mismo.

Nunca debemos abusar de nuestro organismo al que se ha exigido ya mucho, sometiéndolo a un esfuerzo mágico.

Es prudente evitar el trabajo mágico agotador cuando se está enfermo, cansado, furioso o bajo tensión extrema, ya que en estas condiciones no estamos en el suficiente equilibrio para pensar y centrarnos en nuestros objetivos mágicos de manera apropiada, y los centros de energía del cuerpo están fuera de equilibrio.

Nunca es necesario que nos forcemos innecesariamente con la práctica mágica.

Cuando estamos furiosos no atraemos energía positiva, sino negativa. Estas energías pueden parecer muy poderosas y hasta llegar a ser adictivas, pero al final son contraproducentes para los objetivos mágicos, ya que son muy difíciles de controlar.

Las artes mágicas deben enfocarse siempre desde una perspectiva holística, con el cuerpo y la mente equilibrados, y con la actitud y la mentalidad positiva de “no hacer daño a nadie”.

Sólo entonces la recompensa será un resultado que valga la pena en nuestro trabajo mágico.

Bendiciones!

SUMMERLAND: EL PAIS DEL VERANO ETERNO

Summerland es un término utilizado generalmente por los Wiccans para describir el Otro Mundo o Más Allá, al cual las almas de los muertos van al término de su vida física.

Podría considerarse como un tipo de paraíso, no distinto a la Tierra de la Feliz Cacería perteneciente a algunas tradiciones indígenas.

Summerland existe en el plano astral y es experimentado de diferentes maneras por cada individuo, de acuerdo a las vibraciones espirituales que él porta de ese plano de existencia.

¿Cuánto tiempo uno permanece allí? Depende de la habilidad de cada uno de liberar y resolver la carga que cada uno lleva de vida en vida, provocando ser objeto de una reencarnación en el plano físico.

La existencia en el Summerland permite a cada individuo la oportunidad de aprender y entender las lecciones de la vida anterior y como ellas se relacionan con las vidas experimentadas anteriormente por esa alma.

En la teología Wiccan es llamado “tiempo de descanso y recuperación”. Una vez que ese periodo ha pasado, el Plano Elemental empieza a estirar al individuo hacia una reencarnación, cual sea la dimensión en armonía con la condición espiritual del individuo.

Se dice que el alma es vertida en el plano físico que mejor le preparará para las lecciones que necesita aprender en el camino de la evolución para la final liberación del ciclo de reencarnaciones. Una pérdida de embarazo, por ejemplo, indica que el alma de esa criatura ya no necesita regresar al mundo físico, sino solo necesitaba una pequeña aparición en materia física con el fin de balancear las propiedades elementales etéricas requeridas para su cuerpo espiritual. El otro motivo para que eso ocurra, es que los padres necesitaban esa lección con el propósito de evolucionar espiritualmente, en ese caso fue proveída un alma que no necesitaba reencarnarse o tener existencia física.

Ese servicio de almas superiores es conocido no solo en este ámbito, sino en otros como en las enseñanzas de la encarnación de espíritus superiores como el de Buda o Jesús.


Bendiciones!