viernes, 13 de marzo de 2009

COMO COMENZAR LA PRACTICA EN SOLITARIO

Han leído sobre la Wicca, les interesa, quieren comenzar a practicar, con vistas a dedicarse permanentemente, y de golpe se dan cuenta de que no saben por dónde empezar.
A cuántos les ha pasado ésto? En base a lo que veo en la lista de correo del sitio, pareciera que el problema es bastante común.

Lo que sigue es una variante de un artículo que publiqué en la lista, en respuesta a una pregunta acerca de cómo encarar el camino en solitario, y qué temas deberían estudiar y trabajarse.

Es fundamental aprender a ver la Divinidad en todo lo que nos rodea. Slir a caminar en la naturaleza: en un bosque, la playa, un jardín, un parque.

Cuidar una planta y ver cómo crece. Observar a los animales jugar o simplemente tirarse al sol, su descanso.

Debemos intentar comprender a la Naturaleza desde adentro, no como un observador externo.

Es muy importante conocer las creencias de Wicca; no es válido decir “Wicca para mi es…”; lo correcto es saber qué creencias forman el cuerpo de Wicca, y en base a eso decidir si uno mismo como individuo lo cree o no, saber si estamos convencidos de seguir la senda y practicar el Arte correctamente.

También se debe averiguar las bases éticas, estudiarlas, meditarlas e intentar imaginar cómo se ve uno mismo aplicándolas en la vida cotidiana, y más importante aún, el por qué está uno dispuesto a aplicarlas así. El tener las bases éticas y de creencias interiorizadas y razonadas va a hacer que sea mucho más fácil comprender por qué las cosas son como son.

Aprender técnicas básicas de relajación, meditación, visualización, etc. Estas técnicas pueden aprenderse de otros caminos, pero se utilizan de forma extensiva durante la práctica Wicca.

Conocer y aprender a integrarse con la Diosa y el Dios: sus conceptos sus fase, y por qué se organizan como tales.

Estudiar las mitologías básicas; tanto si no nos atrae ningún panteón en particular como si tenemos preferencias por uno en especial, debemos intentar profundizar hasta donde se pueda. Conocer la forma en que los Dioses paganos eran celebrados es muy útil, sobre todo cuando llega el momento de escribir nuestros propios rituales.

Conocer los ciclos del año: no sólo los días, sino el por qué se celebran, qué simbolizan y cómo se espera que los cambios estacionales nos afecten física, personal y psicológicamente.

Aprender la base de los rituales es muy importante, ya que si bien no podemos o no tenemos los suficientes conocimientos o capacidad para escribir los propios, es necesario que por lo menos las primeras veces se siga una estructura ritual básica, para darnos una idea de cómo es el Arte. Saber cómo trazar un círculo, qué partes tiene un ritual, cómo preparar el espacio ritual y qué esperar. En muchos caso, la única forma de adquirir esto es practicando; al principio es recomendable, por ejemplo, practicar únicamente el trazado y la apertura del círculo, hasta sentir seguridad sobre lo qué se está haciendo y cómo se está haciendo. Posteriormente ir agregando los paso del ritual, de a uno, y dejando los hechizos para el momento en que podamos realizar un ritual celebratorio completo y bien hecho. Hay que tener en cuenta que un ritual puede ser algo tan sencillo como prender una vela y meditar sobre un Dios o Diosa.

Estudiar todos los aspectos de la magia: cómo funciona, cómo llevar a cabo un hechizo, qué podemos esperar y qué debemos hacer para que funcione.

Adquirir fuertes bases en conocimiento de hierbas, aceites, velas, inciensos. El equivocarnos en la elección del color de una velita a lo mucho hará que el hechizo no funcione como se debe, pero el equivocarnos en la elección de hierbas para sahumerio, puede provocar la inhalación de algún humo tóxico que nos puede mandar al hospital.

Por otro lado piedras, cristales, animales de poder, adivinación, hadas, etc. pueden tener un lugar en Wicca, pero no son necesarios

Finalmente, está el tema de las Invocaciones/Evocaciones durante los rituales. Hay algunos grupos que usan posesión durante los rituales, en forma similar a las religiones de base africna. De sobra es decir que ésta no es una práctica para alguien que comienza, y menos aún si es de forma solitaria. Si el tema es de interés para el practicante, es posible trabajar con lo que se llama “aspectación”, aunque realmente no es sugerido para principiantes.

Esta es una propuesta para los que comenzamos a dar nuestros primeros pasos en Wicca.

Bendiciones!

EL ESTUDIO Y LA DEDICACION EN SOLITARIO

Debido a que no es una religión mayoritaria, es muy difícil iniciarse como Wiccano dentro de un Coven. Además, debido a las anteriores persecuciones de las que fueron objeto, los Covens no son algo visible y generalmente se mueven en secreto. Esto ha provocado una practica, en su mayoría, solitaria.

Existen infinidad de libros, páginas de Internet, grupos de discusión, etc. Sin embargo nada, pero lo que es nada, puede reemplazar la experiencia. Los medios mencionados son herramientas de mucho valor, nos permiten aprender de la experiencia de otros, comparar, ejercer un espíritu crítico. Son una guía para basarnos. Pero solo esto: una guía, y nada más.

Otro de los puntos controversiales dentro de la práctica en solitario es la Iniciación. En ella, el practicante declara sus intensiones de dedicarse a la religión, y es “iniciado” ritualmente dentro de su nueva vida como Wicca. Usualmente los encargados de hacer esto dentro de un Coven establecido son el Sumo Sacerdote en el caso de que el aspirante sea mujer y la Suma Sacerdotisa, en el caso de un practicante hombre. ¿Pero qué pasa si elegimos desarrollarnos como solitarios?

Algunas tradiciones no admiten las autoiniciaciones, otras toman a los autoiniciados solamente como “dedicados”, y otras tantas toman a los autoiniciados como miembros plenos, basándose solamente en sus conocimientos y actitud.

¿Cuál tiene la razón? Todas y ninguna. Nadie que quiera realmente iniciarse en la religión va a detenerse porque no tenga quien lo inicie. La experiencia de otros es algo invalorable, pero a falta de ella lo único que nos queda es la experiencia que nosotros mismos podamos adquirir.

Después de todo, Wicca es una religión de inspiración, crecimiento y decisión personal. El hacernos responsables de nuestras acciones es uno de los puntos fundamentales de ser parte de ella. Esto nos indica, entre otras cosa, que debemos aprender a confiar en nuestro buen juicio. Que somos nosotros quienes decidimos qué camino debemos o habremos de seguir.

Bendiciones!

WICCA Y MAGIA: LA ETICA DE LA INFLUENCIA

Para los antropólogos, la magia es el sistema de creencias que sostiene la posibilidad de influir en los hechos ordinarios, mediante actos extraordinarios. Para el wiccano, la magia es una realidad que nos rodea cada día.

La realidad no se influye solo con trabajos mágicos, sino también con actos. Un trabajo mágico es una ayuda para que nuestra mente enfoque sus energías.

Esto es algo que cuesta mucho aprender a los que estamos recién iniciando en Wicca, deseosos de ejercitar nuestras artes mágicas en cualquier oportunidad que se presente. Pero antes de saltar a trazar círculos mágicos y realizar hechizos, debemos estudiar bastante lo que estamos por hacer.

Como regla de oro, siempre tenemos que considerar si el acto mágico está justificado, es decir, si realmente se necesita. No se puede malgastar indiscriminadamente la energía. Como regla adjunta debemos contemplar desde todos los ángulos la situación en la que deseamos influir. ¿Hay alguien a quien podemos perjudicar con nuestros actos? ¿Estamos intentando influir en alguien sin su permiso? ¿Estamos violando algún punto fundamental de Wicca?

Una situación típica es la eterna pregunta sobre los hechizos amorosos. La respuesta a esto es que no importa lo bien que nos parezca la unión de dos personas, finalmente estamos obrando sobre la voluntad de al menos una de ellas, lo cual viola la ética de la responsabilidad, y cuyas consecuencias a largo plazo no podemos medir. La solución a esta eterna pregunta es NO, no deberíamos realizar hechizos amorosos.

Otra pregunta muy común es qué pasa si queremos ayudar a un amigo que está mal en algún aspecto de su vida. La respuesta es la misma que en el caso anterior: no podemos influir mágicamente sobre las decisiones de nadie sin su permiso.

Otra pregunta muy común es qué pasa si queremos ayudar a un amigo que está mal. La respuesta es la misma que en el caso anterior: no podemos influir mágicamente sobre las decisiones de nadie sin su permiso. En el caso de enfermedades esto es más complicado aún. No sabemos si de influir se puede revertir alguna sitación kármica, por lo que no podemos por ejemplo tratar de curar a un enfermo de cáncer por muy altruísta y "bueno" que ésto sea.

Otra cuestión que genera dudas es la de la contramagia. Porque el hecho de que nosotros nos guiemos por una cierta ética no garantiza que otros lo hagan. ¿Cuál es la actitud que deberíamos tener en el caso de un ataque mágico? Primero, tener en cuenta que estos ataques son menos comunes de lo que a más de uno le gustaría creer. El motivo por el que aclaro ésto es que muchos que se autodenominan magos y viven de esta "profesión" utilizan el hecho del ataque psíquico como caballito de batalla para incautar gente. De todas formas, si realmente existe dicho ataque sobre nuestra persona, podríamos decir que estamos en nuestro derecho de contra-atacar con igual virulencia, si no aumentada. Pues no. Lo correcto en éste caso sería simplemente el realizar un ritual de defensa, y dejar que el karma se encargue de darle al culpable su merecido.

Como vemos, el tema de la magia no es algo tan sencillo como calzarse un bonete y guiar una escoba para que haga nuestro trabajo. Y ésta imagen tan conocida es también una advertencia para aprender a medir las consecuencias de nuestros actos antes de actuar.

Muchos practicantes dicen que en verdad no realizan otros actos mágicos fuera del trazado ritual del círculo. Y esto se debe a que aprendieron a ver la magia en todo lo que nos rodea, tanto sea el ciclo de la vida que se desarrolla a nuestro alrededor como en la maravilla de las leyes naturales.
Estos pocos son los que finalmente aprendieron que la mejor influencia sobre la realidad es la acción cotidiana.

Bendiciones!

WICCA Y CRISTIANISMO

La relación entre Wicca y Cristianismo siempre ha sido tormentosa. Los orígenes de esta animosidad entre ambas religiones son bastante claros y definidos. Durante la cristianización de Europa, se realizó un proceso habitual: los Dioses de las antiguas religiones pasaron a ser los demonios de la nueva, y los sacerdotes identificaron al Satanás de las Escrituras con el Dios astado de los paganos, también llamado Cernunnos, similar en su apariencia al Dios Pan de los griegos. Al ir convirtiéndose el cristianismo en la religión mayoritaria entre las clases altas, y con el advenimiento del sistema feudal durante la Edad Media, una religión pagana, con su constante celebración a la vida y su hincapié en la responsabilidad del individuo sobre su propio destino se convertía en algo poco deseado. La razón es muy simple: si cada uno era responsable de sus propias acciones y vida, todo el perverso sistema feudal de dominio sobre la tierra, vida y personas se vendría a pique, sin tener como base el derecho divino. En contrapartida con esto, existe documentación de los países celtas paganos, específicamente Irlanda, sobre el derecho de cada habitante del país de poseer su propia tierra, enumerando luego toda una serie de derechos de los habitantes, que salvando distancias es muy parecido a la actual Declaración de los Derechos Humanos. Una postura completamente distinta a la del sistema feudal de la Edad Media. De todas formas, a finales del Siglo XV, el papa Inocencio VII promulgó su famosa bula, y dos sacerdotes nombrados inquisidores, llamados Heinrich Kramer y Jacob Sprenger se encargaron de escribir el “Malleus Maleficarum”, un detalle de los procedimientos a usar para hacer confesar a las llamadas “brujas”. Procedimientos que incluían, entre otras delicadezas, el colgar a la víctima, rapándole el cabello y vello corporal en busca de manchas o “pezones del diablo” (simples verrugas usualmente ubicadas en las axilas o ingles) que probaran su filiación con Satanás. Sin embargo, al contrario de lo que se podría pensar, la falta de lunares o de una distinta pigmentación en la piel no garantizaba la inocencia. La condición inmaculada de la piel se consideraba tan satánica como lo anterior. Lo cierto es que la condena o no estaba basada más en quién y cómo se había hecho la acusación, y no en las pruebas. Además, mediante diversas torturas como hierros al rojo vivo y botas que quebraban todos los huesos de las piernas, cualquiera confesaría lo que fuera con tal de garantizar su supervivencia o por lo menos aminorar su dolor. En la actualidad, las relaciones entre brujos y cristianos no han mejorado mucho, aunque haga ya mas de un siglo que no se mata o encarcela a nadie bajo la acusación de brujería. Sigue siendo costumbre entre grupos fundamentalistas el arremeter en contra de paganos, lo cual, si se mantuviera únicamente como un intento de algún cristiano o católico como un intento de “llevar la palabra” ocasionalmente a algún pagano aislado, no estaría del todo mal. El problema empieza al declarar la guerra a los “satánicos” en base a hechos sacados de contexto y datos que no tienen ningún asidero histórico. Y lo que debiera ser una convivencia pacífica se transforma en una declaración de guerra. Las influencias de las costumbres llamadas “paganas” sobre el cristianismo son innegables para cualquiera que se haya tomado el trabajo de verificar las mismas sin condenarlas de antemano. Un claro ejemplo es la celebración de Navidad, fecha cercana a la de Yule, la fiesta celta del renacimiento del Dios. Otro ejemplo es el de la comunión, costumbre tomada de los antiguos egipcios, quienes también efectuaban la transubstanciación del pan, tal y como hoy en día es dogma para la Iglesia Católica. Hay muchísimos estudios serios hechos sobre la relación entre las cristianas y las festividades paganas anteriores. Pero una razón muy poderosa para estos estudios la da el haber querido facilitar la conversión al cristianismo de nuevos adeptos utilizando las mismas festividades que la religión a la cual ya estaban acostumbrados. Cualquiera que estudie los puntos fundamentales de ambas religiones se puede dar cuenta que la convivencia entre ellas es perfectamente posible, aunque obviamente no la postura de ser de ambas. Esperemos que podamos entender esto, y en un futuro no muy lejano nos encontremos conviviendo en armonía. Bendiciones!