lunes, 14 de septiembre de 2009

LA MALDICION DE CASANDRA, LA PROFETIZA DE TROYA

Casandra era hija de Príamo y Hécuba (Reyes de Troya) y su destino fue toda una tragedia.

Esta princesa, gracias a su belleza cautivó al dios Apolo quién, quiso conseguir los favores de la dama y para ello la obsequió con el don de ver el futuro, pero Casandra no cumplió su parte del trato, que no era otra que entregarle su virginidad al dios (porque no pudo...porque no quiso...porque no lo quería...).

Apolo fue vengativo con ella, ya que al no cumplir el trato, pudo haberla retirado el don que le había regalado, pero en vez de deshacer lo que hizo, "envenenó su regalo" y lo convirtió en una maldición, ya que Casandra seguiría profetizando el futuro, pero nunca nadie la creería.

Sus profecías nunca fueron escuchadas. Antes de la guerra de Troya, dijo que un forastero recién llegado llevaría a la ruina a los troyanos (este no era otro que Paris, el mismo que desencadenó la guerra cuando secuestró a Helena), vio también como Paris (que en realidad era su hermano y salvó la vida porque fue reconocido como hijo de los reyes) viajaba a Troya con Helena como su amante y su más famosa profecía fue la que dictó cuando los griegos casi vencidos por los troyanos, se rindieron y llevaron a la ciudad un gran caballo de madera en ofrenda a Atenea.

Casandra gritó que era una emboscada, pero era su maldición que nadie la creyera, y eso fue lo que pasó, los ciudadanos de Troya siguieron con sus festejos y Casandra viendo la masacre que ocurriría. Así, los griegos salieron de las entrañas del caballo y arrasaron la ciudad.

Pero lejos de acabarse las desgracias de Casandra, fue violada en el templo de Atenea por Ayax (que sufrió el castigo por violación y sacrilegio: su nave naufragó cuando volvía a su patria) y fue llevada prisionera.

Fue parte del botín de Agamenón, el cual se enamoró perdidamente de ella y con la cual tuvo dos hijos gemelos. Viajó a Micenas con él como su concubina.

Aquí también vio Casandra su futuro: Clitemnestra, mujer de Agamenón llena de celos, a pesar de que ella misma tenía un amante, la mataría a ella y a Agamenón.
Y así acabó Casandra: nadie le creyó nunca, fue violada y capturada pero murió con el alivio de saber que su presencia en Micenas haría que Agamenón, destructor de su patria, fuese asesinado.

Esa pequeña victoria que experimentó antes de morir... no se la quitaría nadie... aún siendo un mito.

Bendiciones!

APRENDER

Después de un tiempo
percibimos una sutil diferencia
entre dar una mano
y socorrer un alma...

Y aprendemos que amar
no significa apoyarse en alguien,
y que compañía
no siempre significa seguridad...

Comienzas a aprender
que los besos no son contratos,
y los regalos no son promesas...

Empiezas a aceptar tus derrotas
con la cabeza erguida
y la mirada hacia adelante,
con una sonrisa adulta
y no con la tristeza de un niño...

Y aprendes a construir
todas tus calles en el hoy
porque el terreno del mañana
es muy incierto para hacer planes,
y el futuro tiene la costumbre
de caer en medio del vacío...

Después de un tiempo
aprendes que el sol quema
si quedas expuesto por mucho tiempo...

Y aprendes que no importa
cuanto te valores tú mismo,
a algunas personas
simplemente no les importas...

Y aceptas que no importa
cuan buena sea una persona,
te va a herir de vez en cuando
por lo que necesitarás perdonarla...

Aprendes que hablando
puedes aliviar dolores emocionales...

Descubres que lleva años construir confianza,
y apenas unos segundos para destruirla...

Que puedes hacer cosas en un instante
de las que te arrepentirás el resto de tu vida...
Aprendes que las verdaderas amistades
continúan creciendo aún en la distancia,
y que los buenos amigos
son la familia que se nos permite escoger...

Aprendes que no tenemos que cambiar de amigos
si comprendemos que los amigos cambian...

Aprecias que tú y tus amigos
pueden hacer cualquier cosa o no hacer nada,
y aún así, tener buenos momentos juntos...

Y que lo que importa no es lo que tienes en la vida
sino lo que eres en la vida...

Descubres que las personas que te importan en la vida
pueden tener una vida muy corta,
por eso siempre debemos dejar a quienes amamos
con palabras amorosas,
ya que puede ser la última vez que las veamos...

Aprendemos que las circunstancias y los ambientes
tienen influencia sobre nosotros
pero que somos responsables por nosotros mismos...

Comienzas a aprender
que no se debe comparar uno con los otros,
sino con lo mejor que podemos ser...

Descubres que lleva mucho tiempo
para volverse la persona que se quiere ser,
y que el tiempo es corto...

Aprendes que no importa a dónde ya llegaste,
sino a donde estás yendo,
pero que si no sabes para dónde estás yendo
cualquier lugar sirve...

Aprendes que, o controlas tus actos,
o ellos te controlarán a ti...

Y que ser flexible no significa ser débil
o no tener personalidad,
pues no importa cuan delicada y frágil sea una situación,
siempre existen dos lados...

Aprendes que los héroes son personas
que hicieron lo que era necesario hacer
enfrentando las consecuencias...

Aprendes que la paciencia requiere mucha práctica...

Descubres que algunas veces
quien esperas que te patee cuando haz caído
es uno de los pocos que te ayudan a levantarte...
Aprendes que la madurez tiene más que ver
con los tipos de experiencias que tuviste
y con lo que aprendiste de ellas,
que cuántos años haz celebrado...

Aprendes que hay más de tus padres en ti
de lo que supones...

Aprendes que nunca se debe decir a un niño
que sus sueños son tonterías,
pocas cosas son tan humillantes
y sería una tragedia si se lo creyesen...

Aprendes que cuando tienes coraje
tienes el derecho de estar así,
pero eso no te da derecho a ser cruel...

Descubres que sólo porque alguien no te ama
de la manera que quisieras que te ame,
no significa que no te ame todo lo que puede,
pues existen personas que nos aman,
pero simplemente no saben como demostrarlo...

Aprendes que no siempre es suficiente
con ser perdonado por alguien,
algunas veces tienes que aprender
a perdonarte tu mismo...

Aprendes que con la misma severidad que juzgas
serás en algún momento condenado...

Aprendes que no importa en cuantos pedazos
tu corazón fue partido,
el mundo no para para que te recuperes...

Aprendes que el tiempo
no es algo que se pueda voltear para atrás...

Por lo tanto plantas tu jardín y decoras tu alma
en vez de esperar que alguien te traiga flores...

Aprendes que realmente puedes soportarlo,
que realmente eres fuerte,
y que puedes ir más lejos
después de pensar que no se puede mas...

Bendiciones!

LA MAGIA DEL SIETE

Definitivamente, son muchos los antecedentes históricos y actuales del siete, los cuales lo han convertido en un número muy popular en nuestros tiempos.

Algunos lo llaman el número de la perfección, del misticismo y de la suerte. Lo cierto es que se trata del número más popular de todos los tiempos, ya sea en la religión, en la astrología y hasta en las matemáticas. Como el siete no hay dos. Es el número cabalístico por excelencia.

El número siete es considerado por muchos un número afortunado. Número cabalístico para la Biblia; cuando Buda nació dio siete pasos y en mitología japonesa son siete los dioses de la suerte. Incluso en el bingo se le llama “el número de la suerte”.

Todo comenzó el día que terminó la creación del universo: después de seis días de inspiración, Dios decidió culminar su obra para poder tomar un merecido descanso, y es que ya desde entonces, el séptimo día de la semana, el sábado, es de descanso (la Iglesia Católica movió el asueto para el domingo, para tener su propio día festivo, diferente al sabath judío).

¿Por qué fueron exactamente siete días? Según algunas interpretaciones de la Biblia, los siete días que duró la creación se basaron en las fases que necesita toda acción creadora, desde el nacimiento y el desarrollo hasta la evolución. Entonces podemos entender que cuando un proceso creativo alcanza la séptima fase, es que ha alcanzado su máxima evolución.

El número siete lo encontramos en repetidas ocasiones a lo largo de la historia, desde los filósofos más importantes del mundo antiguo como Pitágoras, que lo calificó el número de la perfección, hasta Aristóteles, que imaginó el universo como una gran bóveda compuesta por siete capas transparentes, cada una de la cuales giraba sobre la tierra por sí misma y a diferente velocidad que las demás. Tal concepto del universo vive aún en la expresión de “el séptimo cielo”.

El siete ha gozado de un halo mágico, de un mensaje esotérico. En cuestiones de numerología, que ya era usada en Mesopotamia, se pensaba que todos los dioses tenían números; entonces se asignaban valores numéricos a las letras del alfabeto y esto era utilizado para obtener el significado de los nombres.

La filosofía de Pitágoras dice que el siete tiene una gran energía psíquica y es el único número que en soledad se encuentra bien, además se considera el más extraño y misterioso de todos, posee una fuente de conexión con toda la Creación, esto enfatiza su secreto y como dicen los sabios; “todos los sietes son queridos”.

Tal vez por esta y otras razones, se ha convertido en el número de la suerte favorito para ganar dinero en apuestas o juegos de azar, claro que no todos apuestan a la suerte, algunos prefieren pedir un deseo al final de los siete colores del arcoiris, donde se encuentra sepultada la famosa olla de las monedas de oro cuyo único fin es que nadie se lleve su tesoro.

La preocupación del duendecito nos hace recordar que la avaricia es uno de los siete pecados capitales, así como la envidia que sintió la madrastra de Blanca Nieves que al ver la belleza de su hijastra la mandó asesinar pero que finalmente se salva y termina al cuidado de los siete enanitos que atendieron a la bella princesita hasta que pudo casarse con el príncipe de sus sueños.

El siete es en verdad, un número ligado a la vida de la mujer; un ejemplo de esto es el ciclo lunar, que se compone de cuatro etapas de siete días cada una, y esta división es la base para los siete días de la semana y las cuatro semanas de un mes.

Por consecuencia, el siete es el número que controla el ritmo de la vida sobre la Tierra, incluyendo los ciclos de las mujeres, de los cuales la vida humana depende.

Pero así como todo tiene su lado positivo y negativo, el siete también se manifiesta de diversas maneras: puede ser el número que ha sido fuente de inspiración y confianza, pero también puede generar desorientación y una búsqueda sin fin de respuestas racionales.

Todo esto depende de cómo se le tome; si hablamos de los orígenes divinos podemos evocar a los siete arcángeles, que en algunas culturas también son llamados constructores del orden universal. Estos fueron los que elaboraron los mundos a las órdenes de Dios; entidades de gran poder en espíritu, tienen a su cuidado el orden de los siete planetas conocidos en la antigüedad y que componen el sistema solar.

Asimismo podemos hablar de las siete iglesias que se mencionan en el Apocalipsis; se ha pensado que éstas representan siete etapas de la historia eclesiástica en orden cronológico. Según la Biblia dos eran buenas, dos eran malas y tres eran en parte buenas y en parte malas. La profecía dice que unas fueron condenadas y desaparecidas y otras son recordadas y alabadas.

El número siete se usa simbólicamente y se entiende como inicio de plenitud, cuando se alcanza la pureza y la perfecta armonía. Las creencias orientales hablan de los siete niveles de evolución para así lograr una completa armonía con el Universo.

¿Será que la meta de todo ser humano es llegar a este estado de perfección?

Bendiciones!

EL AMOR Y LA LOCURA

Cuentan que una vez se reunieron todos los sentidos, defectos y cualidades del ser humano.

Cuando el aburrimiento bostezaba por tercera vez, la locura propuso: -“vamos a jugar a los escondidos”-.

La intriga levantó el ceño extrañada y la curiosidad sin poder contestar preguntó: -“¿a los escondidos? ¿y cómo es eso?”-.

-“Es un juego…”-, explicó la locura, -“…en que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón, mientras ustedes se esconden y cuando ya haya terminado de contar, el primero de ustedes que yo encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego”-

El entusiasmo bailó secundado por la euforia y la alegría dio tantos saltos que terminó de convencer a la duda, e incluso a la apatía, a la que nunca le interesaba nada.

Sin embargo, no todos quisieron participar, la verdad prefirió no esconderse. ¿Para qué? Si al final siempre la hallaban, y la soberbia pensó que era un juego muy tonto, en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiera sido de ella, y la cobardía prefirió no arriesgarse.

-“Uno, dos, tres…”-, empezó a contar la locura.

La primera en esconderse fue la pereza, que como siempre, se dejó caer tras la primera piedra del camino. La fe subió al cielo y la envidia se escondió tras la sombra del triunfo, quien por su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.

La generosidad casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que encontraba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos: que si un lago cristalino para la belleza; que si la rendija de un árbol, perfecta para la timidez; que si el vuelo de una mariposa, lo mejor para la voluptuosidad; que si una ráfaga de viento, magnífico par ala libertad; y así terminó por ocultarse en un rayito de sol.

El egoísmo, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado y cómodo, pero sólo para él. La mentira se escondió en el fondo de los océanos, mentira en realidad se escondió detrás del arcoiris, y la pasión y el deseo en el cráter de un volcán.

El perdón se escondió en el fondo de una tumba en un panteón, y el olvido, se me olvidó dónde se escondió, pero eso no es lo importante.

Cuando la locura estaba contando 999,999, el amor aun no había encontrado sitio para esconderse, pues todo estaba ocupado, hasta que al final divisó un rosal y enternecido decidió esconderse entre sus flores.

¡Un millón!, contó la locura y comenzó a buscar. La primera en aparecer fue la pereza, sólo a tres pasos de una piedra. Después se escuchó a la fe discutiendo con Dios sobre zoología y a la pasión y el deseo las sintió con el vibrar de los volcanes.

En un descuido encontró a la envidia, y claro, pudo deducir dónde estaba el triunfo. El egoísmo no tuvo ni que buscarlo, el solito salió de su escondite, ya que resultó ser un nido de avispas.

De tanto caminar, sintió sed y al acercarse descubrió a la belleza, y con la duda resultó todavía más fácil, la encontró sentada cerca sin decidir aun en qué lugar esconderse.

Así fue encontrando a todos. El talento, entre la hierba fresca, a la angustia, en una oscura cueva, a la mentira detrás del arcoiris, mentira, sí estaba en el fondo de los océanos, y hasta encontró al olvido, ya que se le había olvidado que estaba jugando a los escondidos.

Pero sólo el amor no aparecía por ningún sitio. La locura buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyuelo y del planeta, en las cimas de las montañas, y cuando estaba por darse por vencido divisó un rosal, tomo una vara y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto, un doloroso grito se escuchó por todos lados. Las espinas habían herido los ojos del amor.

La locura no sabía qué hacer para disculparse, lloró, rogó, imploró, pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo.

Desde entonces, el amor es ciego y la locura siempre lo guía.

CELEBRACIONES DE DIA DE MUERTOS EN MEXICO

El sonido de la lluvia, el olor de la tierra mojada, el calor del fuego, el color del cielo arrebolado en la tarde y el sabor del café caliente: sensoriales experiencias que guardamos y nos acompañan a través del recorrido por la vida terrena que transitamos.

Pero no siempre es así. Algún día, tarde o temprano, cruzamos el umbral que divide la vida y la muerte, y entonces cambia nuestra percepción del mundo tal y como lo conocemos.

Y el rojo después del rojo es un color quizás más sorprendente que cualquiera de las tonalidades que se hayan visto o pensado jamás, los sonidos más graves quizás se hacen audibles y descubrimos la belleza escondida de los olores ocultos a nuestro débil olfato terrestre... o tal vez, muy probablemente ni siquiera son nuestros sentidos, vista, oído, olfato, gusto y tacto, necesarios ante las nuevas experiencias sensoriales que registran aquellas áreas que nuestra alma nunca utilizó mientras la vida fluía día a día.

¿Qué experiencias se manifiestan en ese momento? ¿Qué texturas nuevas aprendemos? ¿Qué sentidos nuevos descubrimos? Hasta ahora, nadie nos ha de dar respuesta a esas preguntas, tan inquietantes como antiguas para las culturas precolombinas.

Pero hay un momento donde la simple creencia se confunde con la fe, un momento mágico en el que el más allá y nuestro mundo se reconcilian, y el llanto y el dolor sufridos ante la irremediable pérdida del ser querido se transforma, y se vuelven a unir la carne y los espíritus, el mundo de los vivos y el reino de los muertos, color, magia, tradición y misticismo vertidos en una de las fiestas más celebradas por los mexicanos: El día de muertos.

La ofrenda del día de muertos es la esperanza viva de convivir al menos por un día con quienes desde lejos, de un lugar muy lejano y remoto, se les permite regresar a la tierra, aquí, a esta tierra de sabores, olores, colores, sonidos y texturas... donde tienen que reaprender los sentidos y experiencias que ya no les son útiles, o al menos, compartir con nuestros elementos, aquellos que seguramente también tuvieron alguna vez como nosotros, y es nuestra forma, única posible conocida, de asegurar la comunión en la festividad.

Por eso el color amarillo de la flor de xempoaxúchitl, para que puedan verlo con su mínima vista, y es entonces el camino de flores la guía primera que conduce al convite en la casa, donde el altar espera su llegada. Y necesario es también reconocer el olor de la propia casa, para que se sientan a gusto, para que se identifiquen y puedan disfrutar la estancia en el lugar de sus recuerdos. Por eso se recurre al uso del saumerio o inciensario, que debe ser encendido desde la propia casa y fundir ambos olores, para luego ser llevado al exterior, y así evitar que se pierda en el camino que ha de traerle de vuelta al hogar. Se dice además que el olfato es el único de los sentidos que se utilizan en el más allá, y se desarrolla para facilitar el regreso guiado por el aroma de la propia vivienda.

Pero no es solo el recuerdo de los sentidos y la vida terrena lo que permite la comunión. Es también necesario recordarles el mundo tal y como ellos lo conocieron, el mundo que abandonaron, tan lleno de materia, tan sensorial.

Se requiere la presencia entonces de los cuatro elementos con los que todo está formado, en conjunción: Agua, tierra, viento y fuego. Ninguna ofrenda puede estar completa si falta alguno de estos elementos, y su representación simbólica es parte fundamental de la ofrenda.

El agua, fuente de vida, en un vaso para que al llegar puedan saciar su sed, después del largo camino recorrido. El pan, elaborado con los productos que da la tierra, para que puedan saciar su hambre. El viento, que mueve el papel picado y de colores que adorna y da alegría a la mesa. El fuego, que todo lo purifica, y es en forma de veladora como invocamos a nuestros difuntos al encenderla y decir su nombre.

Luego, presentar los manjares que se preparan especialmente es el ágape en mayor esplendor de toda la fiesta. Dependiendo de los recursos y la zona geográfica, rondan los tamales y los buñuelos, el café y el atole, los frijoles y las corundas, el mole y las enchiladas, comida que el difunto acostumbraba y "que no se te vaya a olvidar aquel guisado que tanto le gustaba a tu abuelo, ya ves que siempre se lo hemos puesto en su altar". Hay que servir los alimentos calientes, para que despidan más olor, y puedan así disfrutar del banquete.

No puede faltar la foto de la abuela, el sombrero del tío o la sonaja con la que el bebe no jugó. Calaveras de azúcar con los nombres de los convidados y calabaza en tacha, dulce típico de la época. Imágenes de santos, para que los acompañen y guíen por el buen camino de regreso.

Para los niños, dulces y fruta, para los adultos, cigarros y tequila. Para todos, la esperanza de tenerlos en la mesa una vez más, compartiendo un breve instante de tiempo, de nuestro tiempo como nosotros al fin lo conocemos...

En México más que una festividad Cristiana es una celebración donde se mezclan tanto la cultura prehispánica como la religión católica, donde el pueblo Mexicano logró mantener sus antiguas tradiciones vivas.

Dentro de éstas tradiciones se mezclan sentimientos contrastantes, como lo son el dolor de perder a un ser querido, unidos al colorido de la fiesta y la diversión.

La festividad del día de los muertos de divide en dos partes, la primera el día de todos los santos celebrada el 1 de Noviembre y la del día de los muertos del día 2 de Noviembre:

Día de Todos los Santos (1 de Noviembre)

Este día se celebra la fiesta de todos los santos que tuvieron una vida ejemplar así también de los niños difuntos. Esta fiesta es pequeña en comparación con la del Día de Muertos, dentro de las tradiciones se acostumbra realizar altares a los Santos dentro de las Iglesias, y muchas familias acostumbran realizar altares a sus niños muertos ya sea dentro de sus casas o sobre las lápidas en los cementerios.

Los altares son adornados con papel de muchos colores, flores de cempasúchil, si el altar es para un niño se le ponen juguetes como carritos, muñecas, dulces etc.

Día de los Muertos (2 de Noviembre)

Este día se celebra la máxima festividad de los muertos en México. La celebración está llena de muchas costumbres. A las personas les gusta ir y llevar flores a las tumbas de sus muertos pero para otras representa todo un rito que comienzan desde la madrugada cuando muchas familias hacen altares de muertos sobre las lápidas de sus familiares muertos, estos altares tienen un gran significado ya que con ellos se cree que se ayuda a sus muertos a llevar un buen camino durante la muerte.

Las familias pasan largas horas trabajando en el altar, muchos de estos altares son considerados verdaderas obras de artes, ya que reflejan el trabajo, dedicación y creatividad de la gente para ofrecer un buen altar.

Existen muchas formas de realizar altares de muertos, la más sencilla la suele hacer mucha gente dentro de sus casas ya que sobre una mesa cubierta con un mantel se pone una fotografía de la persona fallecida, y se adorna con flores y algunos recuerdos.

Otros altares son realizados según la tradición, donde se establece que el altar debe de constar de 7 niveles o escalones que representan los 7 niveles que tiene que pasar el alma de un muerto para poder descansar.

Estos altares se realizan generalmente en lugares donde exista un espacio grande donde pueda caber todo el altar, el cual debe ser barrido el cuarto con hierbas aromáticas hacia los cuatro vientos un día antes del día de muertos.

Primero se construye o fabrica el esqueleto del altar ya sea con cajas de cartón, madera o lo que se encuentre a fin de que queden bien cimentados los 7 niveles, de los cuales el séptimo debe de estar casi a la altura del suelo y sobre él se pone el segundo nivel que es un poco más chico que el primero y así sucesivamente hasta llegar al primer nivel, cada escalón es forrado con tela negra y blanca.

Cada escalón tiene un significado y debe contener ciertos objetos en específico:

-Primer escalón se pone la foto del santo o virgen de la devoción.
-Segundo escalón es para las ánimas del purgatorio.
-Tercero se pone la sal para los niños del purgatorio.
-Cuarto se pone pan llamado "pan de muerto", este pan es adornado con azúcar roja que simula la sangre, se recomienda que el pan sea echo por los parientes del difunto, ya que es una consagración.
-Quinto se pone la comida y la fruta que fueron los preferidos por el difunto.
-Sexto se pone la foto del difunto a quien se dedica el altar.
-Por último se pone la cruz de un rosario hecho de tejocote y limas.

Las ofrendas que se ponen dentro del altar son las siguientes:
Se prenden cuatro velas principales formando una cruz orientada a los cuatro puntos cardinales, al lado del altar, se pone una olla de barro sobre un anafre con hierbas aromáticas: albahaca, laurel, romero, manzanilla y otras más.

Los elementos que debe tener un altar son:


-Cadenas de papel morado y amarillo que significan la unión entre la vida y la muerte.
-Papel picado que da colorido y alegría de vivir.
-Las flores son la bienvenida para el alma, la flor blanca representa el cielo; flor amarilla, la tierra y la morada el luto.
-Velas que con sus llamas representan la ascensión del espíritu. También significan luz, guía del camino.
-Lienzo blanco y nuevo que representa la pureza, el cielo.
-El cirio representa el alma sola.
-Incienso de copal cuyo humo simboliza el paso de la vida a la muerte.
-El maíz representa la cosecha.
-Las frutas son la ofrenda que nos brinda la naturaleza. Generalmente son cañas de azúcar, naranjas, tejocotes y jícamas.
-Las calaveras de azúcar que son una costumbre indígenas.
-El agua que da vida y energía para el camino.
-Los platillos con las que se trata de agradar el difunto compartiendo los alimentos que le gustaban.Fotografía de la persona a quien se dedica el tributo.
-Un Cristo para que haya bendiciones.
-Una cruz de cal que simboliza los 4 puntos cardinales.
-Sal para que el cuerpo no se corrompa.
-Un camino desde la puerta de la entrada hasta el altar formado con flor de cempasúchil.
-Una vara para liberar al muerto del demonio y los malos espíritus.
-Objetos personales del difunto.

Las personas velan durante la noche en la tumba esperando que el espíritu de su muerto baje y disfrute de su ofrenda.

Esta celebración es distinta en otros lugares, por ejemplo en Oaxaca se realizan alfombras enormes hechas de flores a lo largo de las calles principales que representan un verdadero trabajo artesanal de la gente, en otros lugares grupos étnicos realizan ritos como sus antepasados, para venerar a los muertos.

En fin, México es un país hermoso lo que se refleja en la diversidad de sus tradiciones.

Bendiciones!

PIGMALION Y GALATEA

Pigmalión era un escultor y artista que no gustaba de las mujeres porque, según consideraba, éstas eran imperfectas y posibles de muchas críticas. Y tan convencido estaba del acierto de su opinión que resolvió no casarse nunca y pasar el resto de su vida sin compañía femenina.

Pero, como no soportaba la completa soledad, esculpió una estatua de marfil tan bella y perfecta como -según juzgaba- ninguna mujer verdadera podría serlo. Y, de tanto admirar su propia obra, acabó enamorándose de ella. Le llegó a comprar las más bellas ropas, joyas y flores: los regalos mas caros.

Todos los días pasaba horas y horas contemplándola, y, de cuando en cuando, besaba tiernamente los labios f ríos e inmóviles. Tal vez hubiera vivido hasta el fin de sus días ese amor silencioso, de no ser por la intervención de Venus. Pues la diosa era objeto de intenso culto en la isla donde vivía Pigmalión. En su homenaje se celebraban las más pomposas ceremonias y los más ricos sacrificios, y su templo de Pafos, por ejemplo era el más importante de los santuarios venusinos de todo el mundo helénico.

En una de esas fiestas, según cuentan, el escultor estuvo presente. También ofreció sacrificios y elevó al cielo sus ardorosas suplicas: “A vosotros ¡oh dioses!, a quienes todo es posible os suplico que me deis por esposa a” -no se atrevió a decir mi virgen de marfil- “una doncella que se parezca a mi virgen de marfil.”

Atenta, la diosa del amor escuchó el pedido, y para mostrar a Pigmalión que estaba dispuesta a atenderlo, hizo elevar la llama del altar del escultor tres veces más alto que las de los otros altares,pero el infeliz artista no comprendió el significado de la señal.

Salió del santuario y, entristecido, tomó el camino de su casa. Al llegar, fue a contemplar de nuevo la estatua perfecta. Y después de horas y horas de muda contemplación la besó en los labios. Tuvo entonces una sorpresa: en vez de frío marfil, encontró una piel suave y una boca ardiente. A un nuevo beso, la estatua despertó y adquirió vida, transformándose en una bella mujer real que se enamoró perdidamente del creador.

Para completar la felicidad del artista, Venus propició la unión y le garantizó la fertilidad. Del casamiento nació un hijo, Pafo, que tuvo la dicha de legar su nombre a la ciudad, consagrada a la diosa, que había nacido alrededor del santuario dedicado al numen de la atracción universal.

Bendiciones!

PASTEL DE ZANAHORIA

Ingredientes:

4 tazas de zanahoria rallada.
1 ½ tazas de aceite vegetal.
4 huevos.
1 taza de piña en almíbar picada.
2 tazas de azúcar.
3 tazas de harina.
1 cucharadita de bicarbonato de sodio.
1 cucharadita de canela.
¼ de cucharadita de sal.
200 gr. de azúcar glass.
1 taza de mantequilla.
1 cucharadita de vainilla.
100 gr. de nueces en mitades.
Cerezas en almíbar y hojas de menta para decorar.
190 gr. de queso crema.

Preparación:

Mezclar la zanahoria, el aceite, los huevos, el azúcar y la piña picada finamente. Sin dejar de revolver, agregar la canela, la harina, el bicarbonato de sodio y la sal. Incorporar en un molde engrasado y hornear a 180 ºC por 30 minutos.

Revolver el queso crema, el azúcar glass, la mantequilla y la vainilla hasta lograr una pasta, la cual se unta al pastel cuando ya no esté caliente. Decorar el pastelito con las nueces, las cerezas y las hojas de menta.

Bendiciones!