lunes, 8 de junio de 2009

DIAS DE LA SEMANA

DOMINGO. Planeta: SOL.
Ambiciones; carrera; honor; todos los asuntos masculinos; la salud del corazón, pecho y columna vertebral; fama y fortuna; oro; la gente de autoridad y alta posición; el cuerpo humano (como organismo completo); salud y curación; niños; actores; lugares de diversión; la autoridad (usada y mal usada), el orgullo, la arrogancia y presunción.

LUNES. Planeta: LUNA.
Las mujeres y lo femenino; concepción y fertilidad; desarrollo de las capacidades psíquicas; intuición; trato con el público; la familia y lo doméstico; la maternidad; bebés e infantes; sueño; nutrición, alimento y estómago; los pechos; las emociones; las mareas y el agua; los mares, barcos y marineros; el funcionamiento del cuerpo como totalidad; herencia; propiedades, hogar; todo lo que encierre y proteja; cosas perdidas.

MARTES. Planeta: MARTE.
Coraje; valor y desafío; protección frente al peligro; maquinaria, herramientas; coches; la guerra, las peleas domésticas; las operaciones, cirugía y cirujanos; sangre y su derramamiento; dolor; fiebres; capacidad para el liderazgo; la ambición y la capacidad de superar obstáculos y ganar; palabras que «cortan», como las sarcásticas y críticas; accidentes, especialmente quemaduras y cortes; los recién llegados; la violencia.

MIÉRCOLES. Planeta: MERCURIO.
la mente, en especial la parte que trata de los asuntos cotidianos, destreza manual; escritos y lenguajes y su adquisición; todas las herramientas de la escritura; percepción y procesos mentales; comunicación y transportes, correos; la adquisición de conocimientos y habilidades; escuelas y educación; todo lo que esté escrito o impreso; hermanos y hermanas; parientes (en sentido amplio); vecinos y visitantes; el sistema nervioso y los «nervios»; ladrones y robos; respiración, pulmones y sus trastornos; arrendatarios; comerciantes; huéspedes, enfermedad y dolor.

JUEVES. Planeta: JÚPITER.
Finanzas; banqueros y banca; prestigio y prominencia social; juegos de azar, apuestas; caballos; suerte en general; religiones y filosofías; abogados; lo legal y lo ilegal; pleitos; la Iglesia y sus dignatarios (todas las denominaciones); la educación superior; beneficio y expansión; malversación; acciones; la bolsa; riquezas; sabiduría; edición y editores; forasteros; exploradores, seguros; nietos; lugares remotos del lugar de nacimiento; sueños; intereses extranjeros; el hígado y la sangre, también sus trastornos.

VIERNES. Planeta: VENUS.
Amor; matrimonio y compañía de todos tipos; belleza; arte; artistas y lo artístico; músicos y acontecimientos musicales; acontecimientos sociales, reuniones; romances y bodas; trajes y ramos de bodas; elegancia; armonía en todos sus aspectos; placer; guerra, enemigos y oponentes declarados; lujuria, obscenidad; paz y pacífico; desequilibrio; dinero; banquero, inversores e inversiones;
las posesiones móviles (las que se pueden llevar encima); contratos y acuerdos; sobrinos; los riñones y sus trastornos.

SÁBADO. Planeta: SATURNO.
Casas, propiedades e inmuebles, ancianos y asuntos viejos; cosas viejas; karma; excavaciones; pozos y minas; la muerte; el Tiempo; relojes, puntualidad; paciencia; estabilidad; la sabiduría que puede llegar con la edad; autodisciplina; envejecimiento; deudas, deberes, dinero, obligaciones; depresión; economía; lo metódico; frugalidad; «el pasado»; la pena y pérdida; todo lo que impida u obstruya; destino; empleador y empleo; reumatismo (o enfermedades producidas por el frío, la humedad o la edad).

Bendiciones!

LA ASTROLOGÍA EN WICCA

No es lo mismo hacer un ritual al amanecer, que bajo la luna llena; ni hacerlo en primavera que en otoño. Cada momento del día, estación, fase lunar, incluso cada día y hora, tienen cualidades específicas que podemos utilizar.

Día y noche

Durante el día predomina la energía del sol, que es fuerte, activa y expansiva. La luz solar empuja a salir, a explorar e intentar cosas nuevas; da valor, favorece la comunicación, los negocios y el comercio. Es el Yang (masculino) de la filosofía china.

El día propicia la magia que implica relacionarse con los demás, expandirse en el mundo, obtener fortaleza y poder. Las cuestiones de trabajo y dinero, así como los viajes.

Durante la noche predomina la luna. Su energía es fría y suave, receptiva, introspectiva y misteriosa. Fomenta la meditación y el silencio, la poesía y el arte. Es el Yin (femenino) de la filosofía china.

Los rituales, destinados a descubrir alguna verdad oculta en nosotros mismos, deben efectuarse por la noche. La magia de adivinación suele efectuarse durante estas horas, así como la proyección astral o la telepatía.

Las fases de la luna

La influencia de la luna es un elemento muy importante en las fluctuaciones de la energía psíquica.

Cuarto creciente.
A la luna se la llama creciente cuando pasa de nueva a llena. A medida que va creciendo, la luna ejerce una atracción magnética sobre todas las cosas. Es el momento para practicar la magia de la fertilidad, o para proteger una relación amorosa, aumentar la salud y el bienestar, y trazar nuevos caminos para el espíritu. También es un buen momento para plantar hierbas mágicas.

Cuarto menguante.
La luna es menguante cuando pasa de llena a nueva. Es el momento para deshacer, retroceder, eliminar y separar. Para promover el fin pacífico de una relación amorosa o de una asociación de negocios. Así mismo, si deseamos librarnos de experiencias pasadas o de una parte no deseada de nosotros mismos. También es el mejor momento para cortar hierbas y flores.

Luna llena.
La luna llena representa la marea alta de los poderes psíquicos, y resulta útil en todo tipo de magia.

Luna nueva.
Las noches en que “no hay” luna son como un período de descanso en el que es preferible no practicar la magia.

Amanecer y anochecer

Es en esos momentos es cuando mejor funciona la magia.

A la salida del sol es el momento adecuado para los conjuros relativos a nuevos comienzos: para encontrar un nuevo amor, un nuevo trabajo o incluso una nueva dirección en la vida; para recuperar la confianza y la esperanza en el futuro, después de haber pasado por una mala época; para recuperar la salud tras una enfermedad, o para curar un corazón roto. El mejor modo de practicar la magia al atardecer o al amanecer es estando de algún modo en contacto con la naturaleza, aunque sea delante de una ventana abierta. Lo mejor es colocarse de cara al este, pues es por donde sale el sol.

La puesta de sol también es un momento mágico. Es el momento de rendir cuentas y de cobrar conciencia de la forma en que hemos gastado nuestras energías. Se trata de uno de los momentos más importantes para conocerse a sí mismo, sobre todo en épocas de confusión y tensión. Cada vez que queramos conocer la verdad sobre algo, utilizaremos el poder de los últimos rayos del sol que permanecen en el horizonte. Ya se trate de una verdad que alguien nos oculta o que nos ocultamos a nosotros mismos. Lo mejor es mirar hacia el oeste, por donde se pone el sol.

Bendiciones!

LA CARTA ASTRAL O NATAL

Astrología: un modo de hacer alma, un modo de re-flejar nuestra vida en los mitos o dioses
La astrología orienta (el sol sale por oriente) lo que llamamos hechos de nuestra vida a un significado o propósito para el alma.

Por ello, la consulta astrológica es un modo de “hacer alma”, dicho de otro modo, nos posibilita reflexionar sobre las historias y relatos que constituyen nuestra vida y revisarlos desde una visión más profunda y universal, posibilitándonos re-imaginar nuestra vida. Este proceso reflexivo, es posible, gracias al lenguaje simbólico de la astrología. El símbolo vincula distintos planos de la realidad, muestra la indivisibilidad entre los hechos e historias de la vida, con el mito o arquetipo al que pertenecen.

Adentrarnos en los mitos es reconocer lo que llamamos “nuestra existencia concreta” como metáfora, como representación mítica. Los acontecimientos requieren reflexión y su plasmación en algo que esté más allá de la literalidad de lo acontecido.

La astrología no entiende los mitos como historias que tuvieron lugar en un espacio y un tiempo histórico, sino como historias que nunca ocurrieron en un espacio y tiempo pero que ocurren eternamente (en el alma humana) y que por lo tanto tienen el poder de fascinarnos, de conmovernos, de crear destino, y están presentes en lo que llamamos nuestra historia personal, que precisamente es la historia de lo que en nuestra vida es, ha sido y será significativo y esencial.

¿Qué es un Tema Natal (Carta Astral)?
La carta astral es la fotografía del cielo en el momento del nacimiento de una persona.

Es la imagen del vínculo de unión, único e irrepetible que se establece en el instante de nuestro nacimiento entre un ser vivo llamado Tierra (Gea) y el Cosmos. De la misma manera, la astrología nos invita a descubrir el íntimo vínculo de unión entre nosotros y lo que llamamos circunstancias (internas y externas) de nuestra vida.

Por ello, la astrología se ocupa más de la pregunta: ¿qué sentido tiene que esté viviendo lo que estoy viviendo?, o ¿qué potencial futuro se ilumina al vivir significativamente las circunstancias presentes?, que de: ¿Qué hechos me traerá el futuro?

La astrología, por lo tanto, nos permite estar disponibles para “escuchar” al Sabio interior que habita en todo ser humano y que entiende la cualidad de cada etapa de nuestra vida como parte de un ciclo significativo mucho mayor. Por ello la consulta astrológica tiene como misión ayudarnos a evocar esta sabiduría latente que habita en nuestro interior, y no adoctrinarnos sobre lo que nos conviene y lo que no nos conviene hacer. Lo importante es que su contenido pueda resonar con nuestra sabiduría interna, lo cual siempre va acompañado del sentimiento de vivir nuestra vida de forma mucho más significativa y plena de sentido, independientemente de que las circunstancias vitales sean más o menos agradables para nuestra identidad egoica.

El Tema Natal como símbolo del camino evolutivo del alma
De forma esencial y sintetizada, el tema natal (carta astral), es un símbolo o mandala del propósito evolutivo del alma. Contiene la esencia de lo que ya somos inconscientemente al nacer y nos orienta hacia la actualización consciente de nuestra singularidad. Una carta natal es un potencial para todo lo que nace en un determinado momento aquí en la Tierra. En el caso de un individuo, es más el camino a seguir, la manera de armonizarse con el cosmos y cumplir con su destino (no su “hado” que es determinismo), que un listado de sus cualidades y defectos. El tesoro de la astrología no radica tanto en las definiciones de como es una persona sino en como podría llegar a ser, para vivir conscientemente su naturaleza más esencial y conectar con la razón invisible por la que está aquí.

“Cuando tu hijo (o el dinero, la ambición de poder, la búsqueda del Príncipe Azul, etc) deviene la razón de tu vida, has abandonado la razón invisible por la que estás aquí”. J.Hillman

¿A que alude la imagen del Tema Natal?
En el centro de toda carta astral está la tierra y en el círculo exterior las estrellas fijas o constelaciones. En eterna peregrinación por las constelaciones están los planetas.

A la carta astral la podríamos comparar con una fotografía tomada en un instante único de la existencia de la Tierra (hora, día, año), desde un lugar concreto del “cuerpo” de la Tierra (ciudad o pueblo y país).

Esa imagen nos muestra la posición de los planetas del sistema solar en relación con las constelaciones (estrellas fijas o zodiaco) y respecto a un instante determinado y un lugar concreto (latitud-longitud) de un ser llamado Tierra; madre de todos nosotros, lecho de nuestra vida y nuestra muerte (el ciclo por excelencia).

La astrología muestra que los diferentes planos del Cosmos están interrelacionados; tal como es en el microcosmos es en el macrocosmos y viceversa.

Al igual que una célula nace y muere en un organismo superior como es el ser humano, este lo hace en un organismo superior llamado Tierra. A la vez, la tierra forma parte de un organismo superior, del cual su existencia cobra ley y sentido: el sistema solar. Existen millones de sistemas solares, todos ellos formando parte del Cosmos o si se lo prefiere de Dios.

“De ahí la visión de que cuando un ser humano nace en esta Tierra en un determinado momento y lugar, cuando la tierra lo da a luz, el hombre llevará dentro de si, como ley de su futura vida individual, la idea que en aquel momento pensaría la tierra en diálogo con el cosmos y que tal idea será la tónica de su vida, la ley por la que naciera”. Oscar Adler

Una carta astral no es “buena” o mala”
En astrología no hay buenas o malas cartas astrales, del mismo modo, un músico no considera un sonido inarmónico como malo y uno armónico como bueno. La música necesita de sonidos inarmónicos y armónicos (los primeros generan energía, tensión y los segundos resuelven esa tensión sin generar nueva energía; por eso una canción termina en un acorde armónico), para que pueda ser música.

En una carta astral hay aspectos tensionantes y aspectos relajantes, y todos ellos generan una armonía.

Los pitagóricos hablaban de La Armonía de las Esferas (la música de las esferas) . La combinación de números genera música, la música es ritmo y todo ciclo es una expresión rítmica. Los ciclos del Cosmos se traducen musicalmente, al igual que cada vida individual es musical, posee su propia banda sonora. La astrología alude a la sabiduría que brota del conocimiento de los ciclos celestes y su relación con los ciclos terrestres y humanos, y una carta astral muestra las relaciones entre los ciclos de las esferas planetarias en el momento de nuestro nacimiento.

Los pitagóricos ya vieron que a cada planeta le corresponde una vibración numérica, y que el movimiento de todos los planetas es una eterna combinación rítmica de números que produce música (El ciclo de la Luna es de 28 días, el de la Tierra de un año, el de Júpiter de 12 años, etc). Sabían lo que decían, porqué el cosmos entero es un sistema de vibraciones, que forman armonías y desarmonías. Astrológicamente, cada uno de nosotros es la expresión de un acorde que participa de esa gran sinfonía cósmica. Cada uno de nosotros es hijo de la cualidad de un tiempo (el del instante en el que nacimos) y ¿quién somos nosotros para decir que hay tiempos o instantes, mejores o peores, si todos forman parte de la misma composición cósmica?

La tarea de la astrología es revelar el sentido de la música de nuestra vida en relación con la gran Sinfonía Cósmica, de la cual cada vida individual forma parte. De ahí que la astrología no tenga sentido para el ego y sus demandas (como ganar más dinero, como evitar mis problemas, etc), sino que “sirve” al proceso de integración conciente de la música de nuestra vida dentro de esa gran sinfonía llamada Cosmos.

¿Qué es la carta del año (revolución solar) y tránsitos?
Mediante estas técnicas, no solo disponemos de un mapa de los símbolos inherentes al desarrollo evolutivo de la persona (carta astral), sino que estas técnicas posibilitan entender lo que en el momento o año presente, la vida nos pide actualizar y comprender de nosotros mismos, entendiendo al ser humano como un ser que continuamente está llegando a SER, lo que en esencia ya ES al nacer.

Así la carta astral es el potencial de la esencia natal y la carta del año y los tránsitos, la posibilidad de actualizar el potencial inherente en la persona, durante el año en curso. Por otra parte posibilitan observar y comprender las preocupaciones, crisis, sueños y anhelos del presente de nuestras vidas, desde una visión panorámica.

Esta visión la da la comprensión de los ciclos celestes y sus correspondencias y analogías con los ciclos humanos (esencialmente esa es la sabiduría astrológica).

No resolvemos los dilemas de nuestra vida por la solo fuerza de lavoluntad, sino comprendiendo las raíces, los orígenes de lo que llamamos síntomas o dificultades y sobretodo intuyendo el propósito y significado de ellos.

La idea de ciclo permite re-conectar los acontecimientos presentes en nuestra vida con su raíz y con su mitología por un lado, y con su propósito por el otro. Desde la idea de ciclo, la vida se entiende como una continua mutación y por lo tanto, los acontecimientos vitales ya no se revelan como aislados y desconectados. En todo hecho o acontecimiento presente, habita esotéricamente, una historia pasada y un propósito futuro.

La astrología, como portadora de sabiduría en los ciclos humanos, tiene como propósito dotar de sentido cósmico lo que llamamos hechos de nuestra existencia.

Los datos que se necesitan son: lugar, día y hora de nacimiento; nada más.

Bendiciones!

INTRODUCCIÓN A LA ASTROLOGIA

Cuando los seres humanos apenas sabían hacer fuego y tallar hachas de piedra, al caer la noche, el cielo brillaba sobre sus cabezas con todo su esplendor.

Hoy apenas podemos hacernos una idea de lo que suponía para ellos la visión de las estrellas y la luna noche tras noche. Resultaba fácil observar cómo la luna crecía y menguaba hasta desparecer y luego renacía cual delgada línea de luz sobre el horizonte.

También se dieron cuenta de que unas estrellas estaban siempre en el mismo lugar del firmamento, mientras que otras se movían. A estas últimas les llamaron “planetas” que significa “errantes”.

El misterio y el caos que envolvían el mundo para los seres humanos solo empezó a desvelarse cuando éstos se dieron cuenta que existían unos ciclos periódicos en la Naturaleza: el cambio del día a la noche, el crecer y decrecer de la Luna, el retorno de las estaciones a lo largo del año.

En muchas civilizaciones antiguas (China, India, Babilonia, Aztecas y Mayas) los sabios observaban meticulosamente a los astros y anotaron sus movimientos, sus periodicidades.

El Sol, la Luna y las estrellas permitían que el ser humano se orientase en el tiempo y en el espacio (por ejemplo al navegar). El poeta griego Hesíodo (hacia el 700 antes de Cristo) describía el año campesino en su obra “Los trabajos y los días”:

“Cuando asciende (aparece por el horizonte) la constelación de las Pléyades, comienza entonces la cosecha y ara cuando descienden. Cuarenta días y cuarenta noches seguidas permanecerán ocultas, pero cuando reaparezcan, afila tu hoz para la nueva cosecha”.

Pero de la observación de los astros no solo se obtenían beneficios prácticos. El Sol, la Luna y las estrellas simbolizaban a los dioses e incluso algunas civilizaciones les consideraron dioses en sí mismos. Para descifrar la voluntad divina, se observaron sus movimientos, periodicidades, las relaciones que se establecían entre ellos, etc.

En Babilonia, Egipto, China o Mesoamérica, los astrónomos eran a la vez sacerdotes y consejeros. Interpretaban los fenómenos del cielo y predecían sus efectos en su comunidad, especialmente con respecto a asuntos de estado (guerra, paz, destino de sus reyes). Los fenómenos extraordinarios como los cometas o los eclipses eran interpretados como el anuncio de una desgracia y los seres humanos debían hacer plegarias o sacrificios para reconciliarse con sus enojados dioses.

A partir del mundo griego, la Astrología se “democratiza” y ya no solo se interpretan los fenómenos celestes para asuntos comunitarios sino para el individuo. La carta astral, hasta entonces solo para reyes, se levanta para cualquiera que acuda al astrólogo. El astrólogo de entonces, precisaba saber leer y escribir, y además poseer conocimientos matemáticos y científicos. Por ello, la Astrología fue practicada por personas con cultura, estando al servicio de la nobleza, el clero y los profesionales liberales. Se utilizaba tanto para predecir el tiempo atmosférico (previsiones para navegantes) como en Medicina (Astrología Médica) y, evidentemente, para conocer el destino.

Hasta el siglo XVIII su enseñanza se impartió en las universidades, pero con el auge del racionalismo, decayó hasta su consideración actual de superstición y entretenimiento para el vulgo.

Algunos de los hoy considerados “padres de la Ciencia” se dedicaron a la Astrología entre sus actividades. Unos por obligación más que por devoción, como Galileo (en esa época, se era astrólogo y astrónomo a la vez); otros, como Kepler, introdujeron importantes avances tanto en Ciencia como en Astrología.

Tras el racionalismo de la Ilustración, la filosofía derivó hacia el mecanicismo y el positivismo que tanto han hecho avanzar a la Ciencia y a la Técnica, pero que también nos llevaron hacia un siglo XX sin alma, cuyo punto crítico fueron las dos guerras mundiales que destruyeron el optimismo de creer que, gracias a la ciencia, la vida humana no haría más que mejorar y mejorar.

Con la era Hippie, el ser humano vuelve la cabeza hacia el Oriente en busca de la espiritualidad perdida y también recupera antiguas creencias, jamás borradas del todo, pero sí marginadas. Entre ellas la Astrología, que ahora gracias a los descubrimientos científicos y técnicos (nuevos planetas, descubrimientos acerca la psique humana, acceso a los ordenadores, etc.) está progresando; actualizándose y llegando a más gente que nunca.

Bendiciones!

¿QUE ES LA MAGIA?

Bueno, antes que nada debemos recordar que la Wicca es una religión en la cual se adoran a los Dioses por medio de rituales y ceremonias por medio de los cuales nos ponemos a tono con ellos. La magia o brujería, el realizar hechizos o encantamientos, es secundario para esa adoración.

Aun así la magia juega un papel muy importante dentro de la religión wiccan, y aun más, en casi todas las religiones (hasta en el catolicismo, la transubstanciación no es más que un acto de magia pura ). Aunque el papel de la magia es importante, no es el principal. El papel principal es la Adoración a los Dioses.

Si lo que quieres es realizar actos mágicos, entonces no necesitas ser wiccan. Cualquiera puede hacer actos mágicos, o por lo menos intentar hacerlos. Esas personas son consideradas magos, no brujos. El brujo es el seguidor de la antigua religión, el mago el que realiza actos mágicos sin ser seguidor de la antigua religión y el ilusionista es aquel que es conocido comúnmente como mago de circo.

Existen muchos tipos de magia, quizás cientos… y algunos son altamente peligrosos. Por ejemplo, en la magia ceremonial, cuando el mago esta conjurando y trabajando con varias entidades, las cuales mayormente son antagónicas con el mago. Algunas tradiciones o solitarios tienden a trabajar de esta misma manera, conjurando entes poderosos y peligrosos, con el objeto de realizar magia efectiva, pero exponiéndose a un alto costo. Es como conectar un televisor a una línea de alta tensión, cuando una línea de 110V haría el trabajo.

Pero, ¿qué es exactamente la magia? Una definición dada por Crowley dice que “magia es el arte o ciencia de producir cambios para que ocurran en conformidad con nuestros deseos”. En otras palabras, haciendo que ocurra algo que queremos que ocurra. Cómo hacemos estas cosas? Usando el PODER que cada uno de nosotros posee dentro suyo. Algunas veces reforzamos ese poder llamando a los Dioses, pero para la mayoría de las cosas, el poder necesario está dentro de nosotros mismos.

Ahora bien, si el poder esta dentro nuestro, ¿cómo es que no todos pueden realizar magia? De poder, pueden… pero para generar una cantidad buena de poder, la necesaria para realizar actos de magia, debemos tener nuestro cuerpo físico en buen estado, eso no significa que tenemos que ir al gimnasio o levantar pesas o ir a correr 10 km. por día. Pero si debemos considerar si estamos o no sobre-excedidos de peso, o muy por debajo del peso recomendado para nuestro físico. Así como el cuidado de una dieta apropiada, evitando la comida basura, el exceso de azúcar, y lo artificial, es decir tener una dieta natural. Comer suficientes frutas y verduras, no necesariamente convertirse en vegetarianos, pero no abusar de la carne. Sabremos que estamos bien físicamente porque nos sentiremos bien de salud y a gusto con nosotros mismos. Y además del área física, también esta el área Psíquica y espiritual que tiene que estar en buenas condiciones para poder realizar actos mágicos.

La limpieza nuestra, antes de los rituales mágicos, es de vital importancia. Tanto la del cuerpo físico, mediante un buen baño con agua a la que se le agrega una cucharada de sal o sal marina. Y la limpieza del cuerpo espiritual y astral mediante meditaciones, baño ceremonial, y evitando el alcohol y el tabaco por lo menos 12 horas antes de rituales de mucha importancia, como son las iniciaciones.

Cualquiera sea el motivo de nuestro ritual mágico, debemos recordar que nunca, y digo NUNCA, debe romperse la Rede (excepto de las dos excepciones de la Rede) y tener siempre presente la Ley de Tres.

Un tema bastante conflictivo entre los brujos, es el tema de las Recetas Mágicas, personalmente creo que los hechizos y recetas son algo muy personal, ya que para que sean verdaderamente efectivos, tienen que estar impregnados de los deseos que tenía la persona que los redactó en el momento de hacerlos. En la magia, lo que realmente cuenta es la visualización de las metas y el deseo que tenemos en lograrlas.

El usar unas vestimentas especiales, herramientas, etc., nos ayuda a enfocarnos y concentrarnos. Las herramientas están impregnadas del poder de previas ceremonias y bendiciones dadas por las deidades personales. La energía de los elementos es una poderosa aliada en los momentos de realizar magia. Las plantas usadas son escogidas con cuidado y de acuerdo con las tradiciones antiguas y sus poderes naturales.

Pero todo eso es realmente útil porque tenemos un entendimiento superior de los poderes inherentes a cada uno de ellos, y no por el simple hecho de usarlos. Esto se traduce en un poder que se alinea con el poder la mente subconsciente. Ayudan a ubicarnos en una posición receptiva, donde podemos ver más claramente nuestra alienación con el universo, los Dioses, el espíritu de la vida. Cualquiera puede seguir las instrucciones en una receta, pero el enfoque en las intenciones es lo que importa. Sin entrenamiento en el área de visualización y concentración, el trabajo fallará. Existen quienes creen que para ser brujo basta con realizar hechizos o encantamientos.
Existe un secreto mucho más profundo que el realizar las fórmulas y seguir “pasos”. Es el entendimiento de la fuerza detrás de cada cosa que hacemos en los rituales y la visualización y concentración en el momento de realizar actos mágicos.

Bendiciones!