lunes, 8 de junio de 2009

LA CARTA ASTRAL O NATAL

Astrología: un modo de hacer alma, un modo de re-flejar nuestra vida en los mitos o dioses
La astrología orienta (el sol sale por oriente) lo que llamamos hechos de nuestra vida a un significado o propósito para el alma.

Por ello, la consulta astrológica es un modo de “hacer alma”, dicho de otro modo, nos posibilita reflexionar sobre las historias y relatos que constituyen nuestra vida y revisarlos desde una visión más profunda y universal, posibilitándonos re-imaginar nuestra vida. Este proceso reflexivo, es posible, gracias al lenguaje simbólico de la astrología. El símbolo vincula distintos planos de la realidad, muestra la indivisibilidad entre los hechos e historias de la vida, con el mito o arquetipo al que pertenecen.

Adentrarnos en los mitos es reconocer lo que llamamos “nuestra existencia concreta” como metáfora, como representación mítica. Los acontecimientos requieren reflexión y su plasmación en algo que esté más allá de la literalidad de lo acontecido.

La astrología no entiende los mitos como historias que tuvieron lugar en un espacio y un tiempo histórico, sino como historias que nunca ocurrieron en un espacio y tiempo pero que ocurren eternamente (en el alma humana) y que por lo tanto tienen el poder de fascinarnos, de conmovernos, de crear destino, y están presentes en lo que llamamos nuestra historia personal, que precisamente es la historia de lo que en nuestra vida es, ha sido y será significativo y esencial.

¿Qué es un Tema Natal (Carta Astral)?
La carta astral es la fotografía del cielo en el momento del nacimiento de una persona.

Es la imagen del vínculo de unión, único e irrepetible que se establece en el instante de nuestro nacimiento entre un ser vivo llamado Tierra (Gea) y el Cosmos. De la misma manera, la astrología nos invita a descubrir el íntimo vínculo de unión entre nosotros y lo que llamamos circunstancias (internas y externas) de nuestra vida.

Por ello, la astrología se ocupa más de la pregunta: ¿qué sentido tiene que esté viviendo lo que estoy viviendo?, o ¿qué potencial futuro se ilumina al vivir significativamente las circunstancias presentes?, que de: ¿Qué hechos me traerá el futuro?

La astrología, por lo tanto, nos permite estar disponibles para “escuchar” al Sabio interior que habita en todo ser humano y que entiende la cualidad de cada etapa de nuestra vida como parte de un ciclo significativo mucho mayor. Por ello la consulta astrológica tiene como misión ayudarnos a evocar esta sabiduría latente que habita en nuestro interior, y no adoctrinarnos sobre lo que nos conviene y lo que no nos conviene hacer. Lo importante es que su contenido pueda resonar con nuestra sabiduría interna, lo cual siempre va acompañado del sentimiento de vivir nuestra vida de forma mucho más significativa y plena de sentido, independientemente de que las circunstancias vitales sean más o menos agradables para nuestra identidad egoica.

El Tema Natal como símbolo del camino evolutivo del alma
De forma esencial y sintetizada, el tema natal (carta astral), es un símbolo o mandala del propósito evolutivo del alma. Contiene la esencia de lo que ya somos inconscientemente al nacer y nos orienta hacia la actualización consciente de nuestra singularidad. Una carta natal es un potencial para todo lo que nace en un determinado momento aquí en la Tierra. En el caso de un individuo, es más el camino a seguir, la manera de armonizarse con el cosmos y cumplir con su destino (no su “hado” que es determinismo), que un listado de sus cualidades y defectos. El tesoro de la astrología no radica tanto en las definiciones de como es una persona sino en como podría llegar a ser, para vivir conscientemente su naturaleza más esencial y conectar con la razón invisible por la que está aquí.

“Cuando tu hijo (o el dinero, la ambición de poder, la búsqueda del Príncipe Azul, etc) deviene la razón de tu vida, has abandonado la razón invisible por la que estás aquí”. J.Hillman

¿A que alude la imagen del Tema Natal?
En el centro de toda carta astral está la tierra y en el círculo exterior las estrellas fijas o constelaciones. En eterna peregrinación por las constelaciones están los planetas.

A la carta astral la podríamos comparar con una fotografía tomada en un instante único de la existencia de la Tierra (hora, día, año), desde un lugar concreto del “cuerpo” de la Tierra (ciudad o pueblo y país).

Esa imagen nos muestra la posición de los planetas del sistema solar en relación con las constelaciones (estrellas fijas o zodiaco) y respecto a un instante determinado y un lugar concreto (latitud-longitud) de un ser llamado Tierra; madre de todos nosotros, lecho de nuestra vida y nuestra muerte (el ciclo por excelencia).

La astrología muestra que los diferentes planos del Cosmos están interrelacionados; tal como es en el microcosmos es en el macrocosmos y viceversa.

Al igual que una célula nace y muere en un organismo superior como es el ser humano, este lo hace en un organismo superior llamado Tierra. A la vez, la tierra forma parte de un organismo superior, del cual su existencia cobra ley y sentido: el sistema solar. Existen millones de sistemas solares, todos ellos formando parte del Cosmos o si se lo prefiere de Dios.

“De ahí la visión de que cuando un ser humano nace en esta Tierra en un determinado momento y lugar, cuando la tierra lo da a luz, el hombre llevará dentro de si, como ley de su futura vida individual, la idea que en aquel momento pensaría la tierra en diálogo con el cosmos y que tal idea será la tónica de su vida, la ley por la que naciera”. Oscar Adler

Una carta astral no es “buena” o mala”
En astrología no hay buenas o malas cartas astrales, del mismo modo, un músico no considera un sonido inarmónico como malo y uno armónico como bueno. La música necesita de sonidos inarmónicos y armónicos (los primeros generan energía, tensión y los segundos resuelven esa tensión sin generar nueva energía; por eso una canción termina en un acorde armónico), para que pueda ser música.

En una carta astral hay aspectos tensionantes y aspectos relajantes, y todos ellos generan una armonía.

Los pitagóricos hablaban de La Armonía de las Esferas (la música de las esferas) . La combinación de números genera música, la música es ritmo y todo ciclo es una expresión rítmica. Los ciclos del Cosmos se traducen musicalmente, al igual que cada vida individual es musical, posee su propia banda sonora. La astrología alude a la sabiduría que brota del conocimiento de los ciclos celestes y su relación con los ciclos terrestres y humanos, y una carta astral muestra las relaciones entre los ciclos de las esferas planetarias en el momento de nuestro nacimiento.

Los pitagóricos ya vieron que a cada planeta le corresponde una vibración numérica, y que el movimiento de todos los planetas es una eterna combinación rítmica de números que produce música (El ciclo de la Luna es de 28 días, el de la Tierra de un año, el de Júpiter de 12 años, etc). Sabían lo que decían, porqué el cosmos entero es un sistema de vibraciones, que forman armonías y desarmonías. Astrológicamente, cada uno de nosotros es la expresión de un acorde que participa de esa gran sinfonía cósmica. Cada uno de nosotros es hijo de la cualidad de un tiempo (el del instante en el que nacimos) y ¿quién somos nosotros para decir que hay tiempos o instantes, mejores o peores, si todos forman parte de la misma composición cósmica?

La tarea de la astrología es revelar el sentido de la música de nuestra vida en relación con la gran Sinfonía Cósmica, de la cual cada vida individual forma parte. De ahí que la astrología no tenga sentido para el ego y sus demandas (como ganar más dinero, como evitar mis problemas, etc), sino que “sirve” al proceso de integración conciente de la música de nuestra vida dentro de esa gran sinfonía llamada Cosmos.

¿Qué es la carta del año (revolución solar) y tránsitos?
Mediante estas técnicas, no solo disponemos de un mapa de los símbolos inherentes al desarrollo evolutivo de la persona (carta astral), sino que estas técnicas posibilitan entender lo que en el momento o año presente, la vida nos pide actualizar y comprender de nosotros mismos, entendiendo al ser humano como un ser que continuamente está llegando a SER, lo que en esencia ya ES al nacer.

Así la carta astral es el potencial de la esencia natal y la carta del año y los tránsitos, la posibilidad de actualizar el potencial inherente en la persona, durante el año en curso. Por otra parte posibilitan observar y comprender las preocupaciones, crisis, sueños y anhelos del presente de nuestras vidas, desde una visión panorámica.

Esta visión la da la comprensión de los ciclos celestes y sus correspondencias y analogías con los ciclos humanos (esencialmente esa es la sabiduría astrológica).

No resolvemos los dilemas de nuestra vida por la solo fuerza de lavoluntad, sino comprendiendo las raíces, los orígenes de lo que llamamos síntomas o dificultades y sobretodo intuyendo el propósito y significado de ellos.

La idea de ciclo permite re-conectar los acontecimientos presentes en nuestra vida con su raíz y con su mitología por un lado, y con su propósito por el otro. Desde la idea de ciclo, la vida se entiende como una continua mutación y por lo tanto, los acontecimientos vitales ya no se revelan como aislados y desconectados. En todo hecho o acontecimiento presente, habita esotéricamente, una historia pasada y un propósito futuro.

La astrología, como portadora de sabiduría en los ciclos humanos, tiene como propósito dotar de sentido cósmico lo que llamamos hechos de nuestra existencia.

Los datos que se necesitan son: lugar, día y hora de nacimiento; nada más.

Bendiciones!

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