martes, 1 de septiembre de 2009

APOLO Y DAFNE

Cuenta el mito que Apolo, el dios del sol y de la música, era un gran cazador.

Una vez quiso matar a la temible serpiente Pitón que se escondía en el monte Parnaso. Habiéndola herido con sus flechas, la siguió, moribunda, en su huída hacía el templo de Delfos. Allí acabó con ella mediante varios disparos de sus flechas.

Delfos era un lugar sagrado donde se pronunciaban los oráculos de la Madre Tierra. Hasta los dioses consultaban el oráculo y se sintieron ofendidos de que allí se hubiera cometido un asesinato. Querían que Apolo reparase de algún modo lo que había hecho, pero Apolo reclamó Delfos para sí.

Se apoderó del oráculo y fundo unos juegos anuales que debían celebrarse en un gran anfiteatro, en la colina que había junto al templo.

Orgulloso Apolo de la victoria conseguida sobre la serpiente Pitón, se atrevió a burlarse del dios Cupido por llevar arco y flechas siendo tan niño. Cupido, molesto por la arrogancia de Apolo, ideó vengarse de él.

Para ello lanzó al hermoso dios una flecha de oro, que causa un amor inmediato a quien hiere; por el contrario, hirió a la ninfa Dafne con una flecha de plomo, que causa el desdén y el rechazo amoroso.

Así que cuando Apolo vio un día a Dafne se sintió herido de amor y se lanzó en su persecución. Pero Dafne, que sufría el efecto contrario huyó de él.

Y la ninfa corrió y corrió hasta que, agotada, pidió ayuda a su padre el río Peneo de Tesalia, el cual determinó convertir a Dafne en laurel.

Apenas había concluido la súplica, cuando todos los miembros se le entorpecen: sus entrañas se cubren de una tierna corteza, los cabellos se convierten en hojas, los brazos en ramas, los pies, que eran antes tan ligeros, se transforman en retorcidas raíces, ocupa finalmente el rostro la altura y sólo queda en ella la belleza.

Cuando Apolo alcanzó a Dafne, ésta iniciaba su transformación: su cuerpo se cubrió de dura corteza, sus pies fueron raíces que se hincaban en el suelo, y su cabello se llenó de hojas.

Este nuevo árbol es, no obstante, el objeto del amor de Apolo, y puesta su mano derecha en el tronco, advierte que aún palpita el corazón de su amada dentro de la nueva corteza, y abrazando las ramas como miembros de su cariño, besa aquél árbol que parece rechazar sus besos

Apolo se abrazó al árbol y empezó a llorar. Y dijo: "Puesto que no puedes ser mi mujer, serás mi árbol predilecto y tus hojas, siempre verdes, coronarán las cabezas de las gentes en señal de victoria".

Bendiciones!

RITUAL DE PODER PERSONAL

Haz un círculo con velas que representen a los cuatro elementos. Vas a hacer un brazalete y necesitarás cinco cuentas, una pequeña cuerda y unas tijeras. Coloca en tu mano una cuenta que represente el elemento aire sostenla mirando al este y, mientras pasas la cuerda por la cuenta y haces un nudo a ambos lados de la misma, di en voz alta el primer encanto. Repite el proceso con cada cuenta en cada una de las direcciones. Mientras pronuncias la última frase vinculante, ata cómodamente el brazalete alrededor de tu muñeca y corta los extremos en el largo deseado.

"Infundo a esta cuenta el poder de expresar mi verdad, energizado por el elemento aire. Mientras hago estos nudos, me comprometo con esta promesa y con este poder."

"Infundo a esta cuenta el poder de mantener mis compromisos, energizado por el elemento fuego. Mientras hago estos nudos, me comprometo con esta promesa y con este poder."

"Infundo a esta cuenta el poder de asumir responsabilidad de mis experiencias, energizado por el elemento agua. Mientras hago estos nudos, me comprometo con esta promesa y con este poder."

"Infundo a esta cuenta el poder de pedir lo que quiero, energizado por el elemento tierra. Mientras hago estos nudos, me comprometo con esta promesa y con este poder."

"Infundo a esta cuenta el poder de prestar atención, energizado por el espíritu. Mientras hago estos nudos, me comprometo con esta promesa y con este poder."

"Con este brazalete, el poder es mío, por ahora, cuando yo lo necesite y para siempre. Llevo este brazalete, poder divino, siempre hacia fuera, siempre hacia dentro, y siempre brillaré. Esta promesa se la hago a la Diosa y a mí mismo/a, y puesto que es mi palabra, que así sea.”

Bendiciones!

PODER PERSONAL

El poder personal es la clave para el éxito en los rituales, en el trabajo, en las relaciones y en la vida. Sin poder personal, el éxito es prácticamente imposible. Si no crees en ti mismo en lo más profundo de tu ser, el éxito será esquivo. El poder personal es creer en ti.

El poder personal podría incluir lanzar rayos desde tus dedos, hacer que toda la gente que hay en una habitación se quedara inmóvil, u ordenar que haya un terremoto. Pero ejemplos más probables serían decir sinceramente lo que sientes; pedirle a tu jefe un aumento de sueldo, lleno de confianza, durante la fase de la luna oscura; decir "no" sin reservas; decir "si" con alegría, y tomar decisiones inmediatas que contribuyan a tu mayor bien. Todas éstas son manifestaciones del poder esencial, la raíz de todo éxito, es la creencia más básica, pero con mucha frecuencia es oscurecido en nuestra sociedad. El poder es creer en ti.

La magia funciona por la convicción, por la fe. Cuando echas un hechizo, debes creer que puedes hacerlo con éxito; de lo contrario, tu esfuerzo será en vano. Lo mismo se aplica a conducir un automóvil, a hacer un balance de tu chequera, o a programar tu videograbadora. Si crees que puedes, lo harás; si crees que no puedes, no lo harás.

Reclamar tu propio poder personal es creer en ti. La única persona que puede disminuir tu poder personal y tu creencia en ti eres tú. Nadie puede quitarte poder, pero tú puedes entregarlo.

Reclamar el poder personal implica sellar tus escapes de poder, concederte más autoridad y promocionarte, respetarte y quererte. Reclamar el poder personal es creer en ti. Para encarnar la creencia en ti mismo/a, para subir el volumen de tu poder esencial, debes hacer uso de las cinco técnicas de poder: pedir lo que quieres, decir la verdad, asumir las responsabilidades de tus propias experiencias, prestar atención y mantener tus compromisos.

Pedir lo que quieres
En esta sociedad, cuando pides algo, se espera que lo hagas dando pistas, haciendo gestos o maniobrando amablemente para conseguirlo. Cuando un paquete es pesado y quieres que alguien te ayude a cargarlo, haces un débil intento de levantarlo y emites un gruñido audible. Cuando no te gusta un plato que has pedido en un restaurante, no lo devuelves y pides otra cosa. Posiblemente dirás que no tienes hambre, mientras esperas secretamente que alguien se ofrezca a restarlo de la cuenta.

Pasas por todo esto en lugar de limitarte a pedir que te ayuden con una carga pesada o decir que te gustaría que te sirvan otro plato. Pedir lo que quieres es algo directo, poderoso y efectivo. Al oír una petición directa, la mayoría de la gente está dispuesta a ayudarte a conseguir lo que quieres. Somos gente servicial y no nos gusta decepcionar a los demás. Pide lo que quieres y probablemente lo obtendrás. Pide lo que quieres y creerás en ti.

Decir la verdad
Cuando una persona miente, una parte de ella muere. Cuando no dices la verdad acerca de tus pensamientos, tus sentimientos o tus actos, estás diciéndote que no eres merecedor de la verdad, que eres menos que la otra persona, que sólo eres lo que los demás creen que eres. Cuando temes el juicio de los demás, les estás dando responsabilidad de juzgarte, la prerrogativa de decidir lo que está bien y lo que está mal para ti, y la libertad de darte forma y dar forma a tu vida a su antojo.

Decir la verdad te permite decidir quién eres y qué forma tendrá tu vida. Al decir la verdad le estás diciendo a tu subconsciente que estás orgulloso de ti y que no permitirás que nadie gobierne tus pensamientos y tus actos. Decir la verdad es creer en ti.

Asumir la responsabilidad de tus experiencias
No seas una víctima de nadie. En otras palabras, no busques excusas: elige. Cuando llegas tarde y te excusas diciendo que ha sido culpa del tráfico, o de la canguro, o de una reunión inusualmente prolongada, le estás diciendo a la otra persona, y a ti mismo, que has sido víctima del tráfico, de la canguro, o de la reunión, y que esas excusas son tu amo. Asumir la responsabilidad no significa aceptar la culpa, sino aceptar que tú eres quien resolverá el problema.

Si es lo bastante importante, lo harás. por ejemplo: llegar a la hora al trabajo es tu responsabilidad, y llegar tarde simplemente significa que no calculaste bien el tiempo, independientemente de cuál sea tu excusa. Si tu jefe te firmara un cheque de un millón de dólares y te dijera que te lo va a dar si llegas puntual todos los días durante un mes, muy probablemente encontrarías la manera de estar en el trabajo a tu hora, al menos durante el mes siguiente, incluso si ello implicara dormir ahí. Admitir que es más importante en tu vida te da poder. Asumirla responsabilidad de tus experiencias es creer en ti.

Prestar atención
La multiplicidad de tareas es la ruina de la existencia espiritual. Cenar sentado delante de la tele es un ejemplo de cómo no disfrutar de la comida y, al mismo tiempo de no ver el programa de televisión. Prestar atención implica vivir la vida en cada momento. Cuando no estás concentrado en lo que estás haciendo, estás caminando ciegamente por la vida, esperando que llegue algo mejor. Pero cuando te concentras completamente en lo que estás haciendo, independientemente de cuál sea la tarea, entras en el espacio liminal: ese lugar en el que no existe nada más, en el que te conviertes en tu actividad. Eso es la dicha: estar tan absorto que no te importa nada más. Parafraseando a Nietzsche: "La mayor dicha existe cuando vives de manera tal que elegirías repetir esta vida una y otra vez, eternamente".

Presta atención a la fuente de tu dicha. Prestar atención es creer en ti.

Mantener tus compromisos
¡Simplemente hazlo! La marca Nike eligió la frase Just do it (¡Simplemente inténtalo!) por un motivo: porque intentar significa fracasar. Si sólo lo vas a intentar, entonces estás dejando abierta la puerta trasera para que entre el fracaso. Cuando sólo pretendes intentarlo, antes de empezar te estás diciendo que no tendrás éxito, que no eres lo bastante bueno para tener éxito, pero que necesitas actual porque es lo que se espera de ti. O lo haces o no lo haces. Intentarlo es perderte el respeto. Mantener tus compromisos es hacer lo que dices que vas a hacer, con otra gente, y sobre todo contigo mismo. Cuando no mantienes tus compromisos, te estás diciendo que no eres de fiar. Cuando haces lo que dijiste que harías, estás orgulloso de tus logros y empiezas a creer que no hay nada que no esté a tu alcance. Mantener tus compromisos es creer en ti.

Conservar el poder en tu vida personal significa también conservar tu poder en tu vida mágica, laboral y espiritual. Cuando te escondes de quien eres y de lo que eres, cuando minimizas la importancia de tus creencias, estás permitiendo que otras personas den forma a tu experiencia de la vida.

¡Ponte en pie y hazte valer! Cuando tengas algo que decir, dilo; cuando estés muy emocionado, exprésalo; cuando quieras algo, pídelo; cuando quieras la verdad, dila; cuando desees tener una experiencia, tenla; cuando quieras amor, dalo. Cuando quieras que otras personas crean en ti, creen en ti mismo.

Bendiciones!

POEMAS DE LAS ATALAYAS

La atalaya del Este

El Este abre el día al amanecer
liberando al Sol
de la caja de ébano de la noche.

La mente despierta
con infantil deleite.

La primavera llena la brisa
con flores dulces y con el sonido
reluciente de las campanas.

Aquí, los pájaros despliegan sus alas
y todo el mundo emprende el vuelo.


La atalaya del Sur

El Sur es el fuego del Sol
en la intensa fragua del mediodía,
que da golpes al alma para conformarla.

La sangre joven arde
con el calor del verano.

Los corazones laten con pasión.

Éste es el lugar
donde el león espera,
rojizo ante la promesa
de saltar sobre la presa.


La atalaya del Oeste

En el Oeste se encuentra el prodigio,
más allá del borde del mundo
donde el mar plateado
se derrama en el crepúsculo.

Aquí el alma se ve a sí misma
en las profundidades del agua oscura,
un lugar de reflexión y
paternidad.

Los delfines juegan
con las hojas otoñales,
siguiendo a la marea menguante.


La atalaya del Norte

En el norte están las montañas,
un muro de ancianos y ancianas
con las cabezas canas por la nieve.

Abajo están los toros, en los altos prados.

Los vientos del invierno rugen,
pero la roca se mantiene firme.

El cuerpo lleva sus cargas,
un cálido hogar para el alma.

La luz de las estrellas llena la noche fría y oscura.

Mantente firme. Eternamente.


Bendiciones!

LA DAMA DE LOS SAUCOS

El saúco, del que existen diferentes variedades, tiene grandes poderes mágicos.

El saúco, no es un árbol propiamente dicho sino un arbusto, aunque posee un porte arbóreo y a menudo es considerado un árbol pequeño. Su nombre proviene del griego "sambuké" que significa "flauta" y el latín "nigra" ("negro") que probablemente haga referencia al color que toman sus frutos una vez maduros.

Las flores, las bayas y la madera misma se utilizan como base para numerosas pociones, hechizos y ungüentos.

Se dice que trae muy mala suerte utilizar la madera de este árbol para otro fin que no sean varitas mágicas u otros útiles relacionados con la magia. Por eso, una casa de madera de este árbol nunca prosperará, y los muebles que se construyan se deformarán y romperán fácilmente.

La estaca, con la que deberíamos matar a un vampiro, atravesando su corazón, debería idealmente estar hecha con madera de saúco para mayor seguridad.

Se dice también, que Judas Iscariote se ahorcó en este árbol.

Para los celtas y otras culturas paganas el saúco era hogar de elfos y hadas; dentro del folklore nórdico encontramos a la Dama de los Saúcos o Hyldemoer (la Madre Saúco), un espíritu de la naturaleza que habita en todos y cada uno de estos árboles, mientras que en la tradición druídica se consideraba el último fruto sagrado de la tierra y el vino realizado con sus frutos solo podía ser bebido por los druídas.

Se creía que maltratar o talar un saúco era castigado por las criaturas feéricas que habitaban en él, e incluso para cortar alguna de sus ramas, las cuales muy a menudo han sido utilizadas en la realización de varitas mágicas, es necesario pedir permiso a estos seres protectores.

Cuenta una antigua leyenda que la Vieja Dama de los Saúcos, una mujer pequeña y cojeante, vestida con una túnica negra como las bayas del saúco y de pelo y chal blancos como sus flores, es la responsable de los poderes mágicos de este árbol.

Camina apoyada en un bastón retorcido, hecho con rama de saúco pero pocos la han visto realmente.

El maleficio de esta Dama se puede romper sí, al coger las ramas del árbol se dice: "Vieja Dama de los Saúcos, dame por favor un poco de tu madera y, cuando yo me convierta en árbol, te daré un poco de la mía". El espíritu de la Dama de los Saúcos vive en todos y cada uno de estos árboles.

La figura de la Dama de los Saúcos procede de Dinamarca, al igual que el propio árbol. En Alemania se honra su presencia quitándose el sombrero cuando se ve un saúco.

PROPIEDADES DEL SAÚCO

En Cataluña se le considera el "Bon arbre" es decir, el buen árbol y se plantaba en las cercanías de los hogares humanos dados sus efectos saludables.

El respeto que siempre se ha merecido el saúco ya viene desde el Neolítico, donde en principio se utilizaba como alimento, lo cual ya le otorgó una estrecha amistad con los primeros seres humanos. Posteriormente cuando el hombre trabajó la Tierra, el saúco ahondó más en esa amistad al comprobarse como sus raíces segregaban auxinas que enriquecían la vida vegetal, a la vez que repelía a diversos insectos, ratones, topos y otros roedores. Sus ramas eran y son nidos de variadas especies de avispas predadoras, que controlan la proliferación de otros insectos como pulgones, orugas etc.

Si a todo esto sumamos que ha sido utilizado como remedio medicinal para hombres y animales, eficaz como antiinflamatorio, contra resfriados y gripes, pues supone una ayuda excelente contra las enfermedades de tipo respiratorio y sus flores en infusión constituyen un buen sudorífico que contribuye a la curación de estos procesos. O si introducimos el vapor resultante de la cocción de un puñado de flores secas en nuestro oído, aliviaremos los dolores de oídos.

Su corteza tiene un gran valor diurético, empleándose en aquellos casos en los que se hace necesario eliminar el exceso de agua acumulada en el cuerpo como reumatismo. Es eficaz contra el estreñimiento, para combatir las enfermedades hepáticas, para realizar enjuagues bucales contra la piorrea, para tratar las hemorroides, aplicando una loción con el jugo extraído por presión de las hojas tiernas, para curar o desinfectar heridas o quemaduras, aplicando sobre la zona afectada una cataplasma de sus hojas tiernas, para enfermedades oculares empleando una infusión con una cucharada pequeña de flores secas y restregando los ojos con una gasa o algodón, y muchos más recursos como sus hojas que son insecticidas y frotadas sobre la piel repelen las moscas. Para este fin también se colgaban ramas de saúco en aquellos lugares donde existían animales, como caballerizas y establos, con la intención de expulsar a moscas y otros insectos volátiles.

Sus frutos frescos y maduros se usan como laxantes y adelgazantes, para el tratamiento del dolor de garganta y de trastornos nerviosos producidos por el insomnio, la migraña, los dolores de cabeza e inflamaciones dolorosas, además, son ligeramente analgésicos.

La infusión de flores vertida en el agua del baño le da a éste un valor refrescante, además, contribuye a eliminar las manchas de la cara o granos, rozaduras, inflamaciones, usándose para lavar hematomas, contusiones, torceduras, eczemas, y otras alteraciones de la piel como heridas, quemaduras, escaldaduras, forúnculos y sabañones.

Y si añadimos que sus flores son verdura comestible y sabrosa, cocida, rebozada o frita, y sus bayas sirven para hacer compotas y mermeladas, jarabes y vinos, tenemos a un ente arbóreo que con sus virtudes se debería considerar como un aliado de los hombres y no como se viene haciendo sistemáticamente, considerarlo mala hierba o maleza inservible, cortándose sin respeto alguno.

Tal es la memoria de los hombres y su mal hacer con la Naturaleza.

Si en cambio, optáramos por mantenerlo presente en nuestras vidas y tareas, podríamos ver como, además de regalarnos su porte durante todo el año, en el solsticio de verano, por "Alban Heruin" observaríamos su radiante belleza, sus discos florales claros y luminosos que brotan del umbrío follaje.

A pesar de la patente enemistad de la sociedad materialista con el bello y útil saúco, a pesar de su condición de mala hierba, y de las "bestias del apocalipsis capitalista", tales como las talas discriminadas o indiscriminadas, el fuego, la concentración parcelaria, etc., este arbusto consigue sobrevivir, en lugares más alejados de los hombres, pues tan poderoso ente no es fácil hacerlo sucumbir y desaparecer de la faz de nuestras campiñas.

Su vitalidad es sorprendente, se le puede talar o quemar, pero él resiste y en pocos años ostentará todo su poderío de nuevo, como ave fénix, que resurge de sus cenizas.

Sus frutos maduros a partir de Alban Heruin, es alimento predilecto de toda suerte de aves, que por otra, en perfecta simbiosis, esparcen sus semillas por los suelos favoreciendo su regeneración.

Sin embargo, junto a él, sólo son capaces de existir otras plantas con costumbres similares tales como ortigas, zarzas y plantas trepadoras. Esto se debe a que crea una espesura en sus pies bastante sombría, pero lejos de ser una plaga, aunque sobrevive a toda costa, nunca se ven bosques enteros de este ente arbóreo. Mas bien al contrario, pues como sibarita del suelo que es escoge para instalarse, los suelos profundos, ricos y húmedos, y en no pocas ocasiones coincide en gusto con el hombre instalándose en los mismos lugares que este.

Fueron los españoles, los que lo llevaron y propagaron por América, donde se halla bien establecido en muchos países.

El saúco, se decía que producía alucinaciones poderosas, por lo que se utilizaba frecuentemente en las ceremonias arcanas destinadas a la profecía ya la adivinación.

Fue utilizado también con propósitos funerarios, y se plantó en las tumbas de algunos celtas. Se creía que si florecía el árbol, el alma de la persona que se hallaba enterado abajo el se encontraría feliz en la tierra de la juventud, en el "Tir na N’Og" de las leyendas celtas.

El vino que se hacia con ellas se consideraba como el último regalo sagrado de la tierra, y solo debía ser bebido por los druidas o druidesas.. Se vertía también sobre los lugares sagrados, y las escasas víctimas humanas sacrifícales y voluntarias, lo bebían en los sacrificios para poder regenerar el cuerpo y el espíritu, una vez llegados hasta los dioses.

Con las influencias cristianas el saúco perdió su carácter místico, benigno y útil y se le acusó de ser el madero en el que se crucificó al dios cristiano. A raíz de esta afirmación ha ido empeorando en su trato con los humanos, considerándolo desde entones, mera leña y fruto maléfico. O considerándolo brujas satánicas que han sido transformadas en saúcos, en contraposición a las hadas y elfos protectores de las leyendas paganas.

Sus frutos en algunas regiones españolas se conocen como "uvas de bruja". Incluso el famoso Shakespeare, no pudo abstraerse de esa influencia cristiana y lo considera en una de sus obras como símbolo de desgracia, llamándolo "apestoso saúco".

Ciertamente los capullos del arbusto, desprenden un olor característico y fuerte que a algunas personas, no habituadas a los olores silvestres, molesta, por ello se asocia, absurdamente a encantamientos, supercherías y brujerías varias.

Aún hallamos más influencias del cristianismo entre los celtas, al respecto de este arbusto, pues ningún clan escocés o irlandés, en la actualidad, ni bretón, ni en la heráldica inglesa, gala o hispana tiene como emblema a un saúco. Quizás en la noche de los tiempos pudo haberlos, pero desde que se asoció a la muerte del dios cristiano e incluso a la muerte de Judas el Iscariote, no ha trascendido como planta emblemática.

Dentro de la tradición mágica el saúco también es llamado "Árbol de las Hadas", "Vieja Dama", el "Arbol de las Flautas" (ya que sus ramas, gracias a su médula blanda y hueca han sido utilizadas tradicionalmente para la realización de flautas) o "Lady Ellhorn", entre otros.

Los druidas celebraban juicios y asambleas bajo este árbol y lo consideraban protegido por las hadas.

El saúco representa la muerte y el renacimiento, es por ello que su mes se sitúa entre noviembre y diciembre, la "época oscura" del año, en la cual la naturaleza se sume en su cíclico letargo del que no despertará hasta primavera.

Bendiciones!