viernes, 22 de enero de 2010

IMBOLC

Esta es la primera celebración mayor de la rueda del año. Corresponde al despertar de la naturaleza. Para los druidas era la fiesta de las velas en las que se elaboraban coronas de ramas secas con velas para simbolizar a la Diosa y al Dios que han renacido. Es el momento en que la rueda comienza a girar con mayor y mayor rapidez, llenándonos de energía.

Marca el momento en que los hielos comienzan a descongelarse y la flora y fauna vuelven a la vida. Es el comienzo de la doncella, que renace después del invierno. Marca el comienzo de la energía después del invierno.

Imbolc es un festival de fuego que celebra la proximidad de la primavera y la fertilidad del ganado, la tierra y la naturaleza en general. Tradicionalmente se encienden hogueras durante la noche de Imbolc. En sus orígenes esta festividad comenzaba el 31 de enero, pero actualmente se celebra la noche del 1 al 2 de febrero en el hemisferio norte y del 1 al 2 de agosto en el hemisferio sur.

Su origen se remonta a la tradición celta precristiana al igual que su nombre, que en irlandés significa “en el vientre” haciendo referencia a la gestación del ganado.

Imbolc se pronuncia “im´olk”. También es llamado Oimelc que significa “leche de oveja” ya que es en esta época cuando los corderos comienzan su lactancia. Se le conoce también como Candlemas en honor a las “candles” o “velas” en inglés, ya que es una fiesta que da la bienvenida a los días más largos, el aumento de las horas de luz, el sol que renació en Yule y que ahora comienza a crecer, aunque es muy joven todavía.

Originalmente este festival estaba dedicado a la Diosa Brigith, Brigandu o Brigantia, a la cual los cristianos en su intento de transformar las antiguas tradiciones y adaptarlas a su religión convirtieron en Santa Brígida y a la festividad en el día de la Candelaria.

Brigith, Diosa de la fertilidad, comienza a ascender del mundo subterráneo y ya se comienza a apreciar la vida palpitante a punto de estallar, aunque todavía hace frío y el suelo está cubierto de nieve, pero la vida comienza a abrirse camino.

Brigantia, hija del Dios Dagda y una de los Tuatha de Danán era una Diosa que abarca todos los aspectos femeninos asociada a la fertilidad, la poesía, la salud, las artesanías y el hogar.

Según la leyenda un lado de su rostro era horrendo, mientras que el otro era enormemente hermoso, lo cual responde a que era considerada una triple Diosa (doncella, madre y anciana).

Brigith significa “flecha ardiente”, por lo que está asociada también al hogar, y en especial al fuego que arde en este. Adí, su fuego sagrado, era mantenido por las sacerdotisas de su santuario Kildare que estaba rodeado por un seto que ningún hombre podía cruzar, bajo pena de morir o volverse locos. Es por ello que el significado de “flecha ardiente” resulta muy adecuado pues la Diosa es la personificación de la fuerza, el arrojo y la inteligencia y posee, por encima de todo, una profunda asociación con el fuego que se refleja en su festival.

El fuego en este festival representa la purificación, la vuelta del calor y el poder del Sol que va en aumento.

Es momento de reflexionar sobre la nueva etapa de luz que se avecina, de perseverar en los proyectos que comenzamos en Yule y de reflexionar acerca de la vida latente que se prepara para renacer dentro de los vientres y de la propia tierra.

En este festival se celebra el punto medio entre el solsticio de invierno (Yule) y el equinoccio de primavera (Ostara) y es, metafóricamente, el momento en que la Diosa se recupera tras dar a luz al Dios en Yule.

Es época de purificación y también de adivinación mediante la observación del agua. Se hacen ofrendas para las nuevas vidas que crecen en los vientres y se es más receptivo a las visiones y a la inspiración.

Los duendes en éstas épocas en que la tierra está en su deshiele, bailan alrededor de una roca enorme llamada Dolmen, y al hacerlo ayudan a que el hielo deje su oráculo para los hortelanos, campesinos o labriegos. Normalmente son mensajes de venia para que sus sembradíos estén más en orden, sin plagas ni maldiciones. Los duendes son grandes hechiceros y adivinadores. Ellos ayudan a la comunidad si no intentamos cogerlos con las manos.

Durante Imbolc es el momento en que llega a su cenit la estación de las noches largas, por lo que es tradición encender una gran multitud de velas en nuestro hogar.

Imbolc es el día de la sabiduría, el momento del año en que todos los problemas pueden encontrar una solución. Es época de purificación y también de adivinación mediante la observación del agua. Se hacen ofrendas para las nuevas vidas que crecen en los vientres y se es más receptivo a las visiones y a la inspiración.

Simbólicamente hablando y de acuerdo con la creencia wiccana, es la época en que la Diosa se recupera después de dar a luz al Dios. El Dios es un joven fuerte y su poder es sentido en los días más largos. El calor fertiliza.

Los hielos comienzan a descongelarse, y la flora y fauna vuelven a la vida, después de haber estado dormidos durante el invierno.

Es la primera celebración mayor del año. Corresponde al despertar de la naturaleza, es un Sabbat de purificación, una celebración de luz y fertilidad, se le conoce como la “fiesta de las luces”.

Es una época propicia para iniciaciones y autodedicaciones de nuevas brujas en un ritual que se pierde en la noche de los tiempos, y en el que a las novatas se le ofrecía miel para que probaran la dulzura de la Diosa.

También se considera que es la época apropiada para iniciar nuevos proyectos y comprometernos con nosotros mismos y con la naturaleza.

Antiguamente en Europa era celebrada con enormes llamaradas, antorchas y fuego en toda forma, el cual representa nuestra propia iluminación e inspiración, así como luz y calor.

CORRESPONDENCIAS DE IMBOLC

Altar:
Se decora con flores blancas, un cuenco con leche consagrado al Dios y a la Diosa y muchas velas.

Presentación personal:

Es un buen momento para realizar coronas de flores blancas para las mujeres y de ramas de pino o cualquier otra rama verde para los hombres con la finalidad de adornar nuestras cabezas.

Inciensos:

Jazmín, sándalo, mirra, olíbano, rosas, gardenias, vainilla.

Colores:

Blanco, amarillo, rojo, azul celeste.

Bebidas:

Vino, leche, jugo de frutas.

Comidas:

Frutas, productos lácteos, miel, cereales, quesos, pan de hierbas, comidas especiadas, jugo de frutas, vino de manzana.

Hierbas:

Campanilla, serbal, caléndula, limón, diente de león rosas, verbena, violetas y todas las primeras flores del año, especialmente si son blancas.

Baño del ritual:

Petalos de rosa, hojas de albahaca y flores de naranjo.

Aceite del ritual:

Esencia de romero de albahaca y de canela.

Tradiciones:

Encender velas en todas las habitaciones después de la puesta del sol, desde el anochecer hasta el amanecer en honor al renacimiento del sol. También es un buen día para consagrar nuestras velas.

REFLEXIÓN Y TRABAJO DEL RITUAL

Es un buen momento para el despertar de nuestro corazón. Podemos trabajar con los nuevos proyectos de primavera y plantearnos nuevas metas.

Es el momento de comprometernos con uno mismo y confirmar aquello a lo que eres fiel.

RITUAL

1 vela color blanco por la doncella que ha renacido.
1 vela color verde por el Dios de los bosques que comienza a crecer.

Monta tu altar, prepara tus herramientas y tu banquete, cierra tu círculo y realiza tus invocaciones como lo acostumbre hacer.

Enciende la vela blanca y da tres golpes con tu varita. Repite la siguiente oración:

“Doncella de la luz nueva que brilla en la rueda del año,

sagrada doncella Brigith, que iluminas a tu paso el camino de la primavera,

renueva nuestra alma con la luz primera

trayendo a nuestros corazones el calor de tus fuegos de antaño.”

Enciende la vela verde y da tres golpes con tu varita. Repite la siguiente oración:

“Señor Dios de los bosques verdes
muestra a tus hijos el camino hacia el calor y la luz de la nueva temporada.

Ayúdanos a encontrar la fresca fragancia de los bosques en nuestras almas

y cólmanos de paz y serenidad en los nuevo días que renacen.”

Realiza las meditaciones adecuadas a la celebración.

A mi me gusta, además, regalar siempre al universo un cono de poder antes de descargar la energía que me fue prestada por la naturaleza. No olvides hacer siempre esto último, es muy importante.

Realiza tu banquete con las oraciones y agradecimientos a los Dioses y no olvides convidar de tu banquete a éstos, dejando un poco en la tierra si tu ritual es al aire libre o guardándolo para después dejarlo a la sombra de un árbol.

Es muy importante recalcar que cuando dejamos nuestro banquete, si un animalito se llega a acercar y se lo come, no debemos preocuparnos ni correr o agredir al animal, sino al contrario, sentirnos contentos ya que es una manifestación de la naturaleza que ha aceptado nuestro banquete.

Realiza las despedidas de los Dioses y Guardianes y abre tu círculo como acostumbras.

Bendiciones!

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