martes, 19 de mayo de 2009

CEREMONIA DE LOS PASTELES Y LAS CERVEZAS

La Ceremonia de los Pasteles y la Cerveza es un antiguo rito lunar, aunque posiblemente la forma concreta que le damos actualmente no tiene más que unos cientos de años.

Las religiones cambian y evolucionan con las personas que las practican, y los rituales que usamos hoy probablemente resultarán irreconocibles dentro de unos siglos.

La Ceremonia de los Pasteles y la Cerveza incluye la ofrenda y el compartir vino, cerveza o hidromiel, y el pan o pastel.

En el paganismo, estos elementos simbolizan diversos aspectos de la Diosa y su mundo. Cuando comemos la ofrenda de los pasteles y la cerveza, incorporamos en nosotros una parte de la Diosa. Unimos en nuestro interior las esencias del espíritu y la materia. También podemos considerar que el pan simboliza a la Diosa tierra y la cerveza la sangre del Dios del cielo, cuya vida se derrama cada otoño para que podamos seguir viviendo. Esta última idea era popular en las sociedades celtas y británicas, donde se practicaban ocasionalmente los regicidios rituales.

La idea de que lo que uno come se manifestará es otra vieja creencia pagana, cuyas raíces se hunden en la antigüedad. Los pueblos de muchas culturas solían comer partes de sus guerreros caídos, lo que posibilitaba que los muertos renacieran en sus propios clanes o tribus.

Los nativos americanos se comían el corazón de los animales salvajes que cazaban para incorporar y extender sus virtudes.

En los ciclos mitológicos irlandeses, vemos que Edain, la reina de las hadas es comida por Etair para renacer como mortal.

Este rito es tan profundamente significativo para el psiquismo humano que prácticamente todas las religiones lo han practicado de una u otra forma. Los judíos bendicen de manera especial el vino y el pan en el servicio del sábado. Los cristianos tienen la comunión, en la que es pastel y la cerveza se transforman en el cuerpo y la sangre de su Cristo.

Dado que el comer, como cualquier otra función corporal, es un acto que ayuda significativamente a sentirse en contacto con la tierra, este ritual suele celebrarse inmediatamente antes de abrir el círculo.

El Pastel simboliza: materia, carne, tierra, submundo, plano terrestre, estabilidad, cuerpo físico, acción y nacimiento.

La Cerveza simboliza: espíritu, sangre, cielos, otro mundo, plano astral, movimiento, cuerpo astral, pensamiento, concepción.

Sin restarle importancia a lo que estos elementos significan, no son imprescindibles, ya que a veces nuestras condiciones no nos permiten ser tan ortodoxos, por lo que una sencilla ofrenda de frutas y tal vez elementos como agua, jugo o leche, pueden estar tan llenos de significado como el ofrecer pastel y cerveza, o elementos más elaborados, siempre y cuando estas ofrendas se hagan con el sentimiento de compartir con los Dioses, así que el no contar con estos elementos no significa que no se pueda celebrar un Esbat o un Sabbat con todo el honor a los Dioses, así como tampoco el sólo celebrar a la luna llena.

RITUAL DE LOS PASTELES Y CERVEZAS


Sitúate enfrente de tu altar, en el que habrás puesto la cerveza y el pastel (o el juego y el pan, lo que prefieras), con los brazos elevados al cielo y dirígete a la Diosa diciendo:

"Bendita Madre de todos nosotros, estoy ante tu altar esta noche de tu luna llena, cuando tus energías empapan la tierra con la luz de tus pálidos ojos amorosos, para ofrecerte mi amor, mi fidelidad y mis bendiciones, y para reafirmar que soy hija/o tuya/o. Hoy consagraré y comeré el pastel de tu tierra, y la cerveza de tu cielo para poder llevar tu esencia dentro de mí, y para que tu amor y voluntad puedan ser llevados por mí al mundo".

Toma la pieza de pastel y sostenla con tu mano receptiva (con la que no escribes). Si estás al aire libre o cerca de una ventana, permite que la luz lunar bañe el pastel.

"Madre (puedes mencionar aquí a la Diosa lunar con la que te sientas a gusto), te doy las gracias por la generosidad de tu cuerpo terrenal que me sustenta con sus alimentos. De tu matriz fluye toda la vida y toda clase de sustentos vitales. Permíteme usar este símbolo para llenarme de tu ilimitada presencia. Sé en mí y de mí por siempre".

Come un bocado de pastel; después toma otro trocito y sostenlo con tu mano de poder (con la que escribes). Vas a ofrecer esta porción como ofrenda tradicional tanto a la Diosa como a los espíritus naturales y a los animales que puedan estar cerca del lugar donde te encuentras:

"Aunque soy una bruja solitaria, sé que en realidad nunca estoy sola. Te devuelvo un trocito del cereal de vida nacido de tu vientre en humilde agradecimiento por tus numerosos regalos de amor. Que tú y tus criaturas puedan participar de él y disfrutar".

Si estás al aire libre, pon el pastel en el suelo. Si estás en un espacio cerrado, ten un plato preparado para recoger la ofrenda y poder ponerla después al aire libre. A continuación, toma la cerveza con tu mano receptiva. Una vez más, si estás al aire libre o cerca de una ventana, permite que la luz lunar bañe la cerveza. Dedica un momento a observar todo el juego de la lz sobre la superficie acuosa:

"Madre, te doy las gracias por los misterios de tu reino acuoso que sustenta mi espíritu e imaginación, porque la sangre de tu matriz dio a luz de la totalidad de la vida. Por tu sangre todos los seres vivos han sido bendecidos y hechos sagrados. Permíteme usar este símbolo para llenarme de tu ilimitada presencia. Sé en mí y de mí por siempre".

Toma un sorbo de la cerveza y después transfiere la vasija a tu mano de poder diciendo:

"Como una única gota de agua se funde en el gran mar, yo tampoco estoy sola. Como esa única gota, soy parte del flujo y reflujo de la vida, la muerte y la vida renovada. Yo soy yo misma y también parte de la totalidad. Ahora te devuelvo estas gotas preciosas de agua de vida procedentes de tu gran matriz en humilde acción de gracias. Que este símbolo de tu sangre pueda dar nueva vida a todos los que participan en tus ritos con placer".

Si estás al aire libre, vierte un poco de cerveza en el suelo junto al pastel. Si estás dentro de casa, transfiere el líquido a otro recipiente que puedas sacar al exterior más tarde. Ahora toma la copa que contiene la cerveza con tu mano receptiva y el pastel en tu mano dominante, y di:

"¡Mira, la Triple Diosa es una! Doncella, madre y bruja. ¡La tierra y el cielo son uno! La matriz y la sangre. Yo soy una con ellos. Soy una hija de la Diosa. Que ella siempre pueda manifestarse en mí".

Introduce un trozo de pastel en la cerveza y permite que se empape de líquido. Piensa en la unidad de la Diosa con su matriz terrenal y su sangre celestial que se juntan dentro de ti, preparadas para realizar cualquier acto creativo. Después come una porción de esa parte de pastel empapada, unificada. Al hacerlo declaras que estás dispuesto/a a ser una vasija para la manifestación del poder creativo de la Diosa cuando abandones el círculo y regreses al mundo cotidiano. Acaba el ritual diciendo:

"Mirad, soy la Diosa. Mirad, soy el Principio Creativo. Mirad, soy la Divinidad. Estoy sola, y sin embargo soy una con todo lo que es. Soy una gota en el océano y soy la marea que sube, baja y vuelve a subir. La Triple Diosa es una. Ella vive en mí. Yo vivo en ella. Por siempre jamás. Alegre encuentro, alegre despedida y alegre reencuentro. ¡Así sea!".

Ahora puedes comer la porción del mini banquete que desees; también puedes sentarte en silencio y meditar sobre el ritual que acabas de realizar. Seguidamente, eres libre de abrir tu círculo como prefieras.

Bendiciones!

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