viernes, 5 de junio de 2009

LOS PLANOS DE EXISTENCIA

La existencia de otros mundos o dimensiones es parte de muchas tradiciones ocultas.

Wicca ha sido influenciada por muchas filosofías de oriente acerca de esto, pero ha retenido los conceptos precristianos de la Antigua Religión.

Los tres planos de donde todas las cosas emanan vistos en antiguos textos griegos y luego en la tradición celta, son aun parte de muchas tradiciones Wicca.

Otros grupos Wiccan han abrazado completamente los Siete Planos de Existencia comunes a los conceptos orientales, que no van de acuerdo con el principio de los Tres Planos o Mundos. Existen además, grupos que han incorporado el Ocultismo Occidental a la Wicca.

EL PLANO ASTRAL

Un aspecto integral de los misterios wiccanos, es el del Plano Astral. Esta es una dimensión que no es fácilmente definida ya que está comprimida en varias realidades y comparaciones.

Puede decirse que es un paralelo continuo entre espacio y tiempo. Es también un estado de conciencia, relacionado con la imaginación, pero más dentro del reino controlado por imágenes mentales, que el controlado por simples pensamientos o el soñar despierto. Donde el Plano Físico es el Plano de la Forma, el Plano Astral es el Plano de la Fuerza. Los pensamientos se transforman en imágenes. Lo abstracto se transforma en un símbolo. Las emociones son la fuerza detrás de ellos.

No es tan distinto al mundo de los sueños al cual viajamos cada noche. La mayor diferencia es que en el sueño, cuando los objetos o situaciones cambian, nosotros simplemente seguimos con ellos. Por ejemplo: cuando estamos soñando y en el sueño aparece un avión que abre la puerta, nosotros subimos al avión sin preguntarnos dónde va. En el Plano Astral, reaccionamos ante objetos y situaciones con el mismo razonamiento con que lo hacemos en el Plano físico. En el mismo escenario anterior, cuando el avión abre su puerta, nosotros estamos conscientes del hecho y nos podemos preguntar a qué se debe todo esto.

El mundo de los sueños es una de las puertas al Mundo Astral. En las enseñanzas de los misterios, el iniciado es instruido en el control de sus sueños. Una vez programado y preparado, el sueño puede ser conducido y dirigido, entonces el portal al mundo Astral se abre y el hincado puede entrar y salir a gusto y voluntad. Algunos iniciados prefieren establecer un templo en el mundo de los sueños, a través del cual pueden transferir las influencias al mundo Astral, sin tener que ingresar realmente al mismo.

La materia del mundo Astral es conocida con el nombre de Luz Astral. Puede ser modelada y moldeada como arcilla, mediante la energía de nuestras emociones y sentimientos. Es en esta etérica sustancia que creamos los seres conocidos como “Forma de Pensamiento” que sirven como canales a mayores fuerzas.

Esta materia no es solo influenciada por las emanaciones de la dimensión física, sino también por aquellos provenientes de Dimensiones superiores, incluyendo los reinos Divino y Espiritual. De esta manera los eventos y situaciones generados por los planos superiores, toman forma en el plano astral, y se manifiestan en el plano físico (a menos que otra energía los altere en alguna manera).

Es aquí donde el Arte de la Adivinación tiene su base en la ciencia metafísica. Si una persona puede atrapar imágenes que se están formando en el plano astral, entonces puede discernir que es lo que se está por manifestar en el plano físico. Debemos entender sin embargo que adivinación es el arte de prever los eventos que están por manifestarse.

Las imágenes astrales que están animando o dando vida a ese evento pueden ser alterados por el constante flujo de emociones que pasan a través de la dimensión astral. Por eso, lo que vemos en la Adivinación es lo que va a ocurrir si los patrones permanecen inalterados.

En las enseñanzas ocultas, nada está fijo en el tiempo, nada va a ocurrir en nuestras vidas sí o sí, aunque no queramos (excepto la muerte en el plano físico). Sin embargo, los mayores eventos en nuestras vidas son parte de los patrones impresos en nuestros espíritus cuando nuestras almas nacen en un cuerpo físico.

Esta es la base metafísica de la astrología llamada también Impresión Astral o Estelar. Nuestra carta natal (o astral) muestra los patrones mayores trazados para nosotros en cada vida física, así como la fuerza y debilidad de nuestro estado espiritual. Podemos trabajar y cambiarlo porque poseemos libre albedrío o libre voluntad.

EL PLANO ELEMENTAL

Las Enseñanzas de los Misterios, o Enseñanzas Ocultas, incluyen también el Plano Elemental o Plano de las Fuerzas. Este plano representa las acciones de las cuatro fuerzas creativas o elementos, que comprenden todo lo que se manifiesta y tiene forma en la dimensión física. Examinando estos elementos y el proceso por el cual la manifestación toma lugar, está el quinto elemento conocido como Espíritu o Akasha. Este elemento etérico es superior a los cuatro elementos. Si decimos que los cuatro elementos marcan los puntos del círculo, el quinto es el círculo en sí.

Tierra es el elemento de la Materia y representa el concepto metafísico de la Ley.
Aire es el elemento del Intelecto y representa el concepto metafísico de la Vida.
Fuego es el elemento de la Acción y representa el concepto metafísico de la Luz.
Agua es el elemento de la Fertilidad y representa el concepto metafísico del Amor.

Los varios aspectos del Plano Elemental se entrelazan con todo lo que el Wiccano hace o experimenta en su vida. En la magia están envueltos en los hechizos, invocaciones, consagración de amuletos, herramientas y en el círculo mismo. En un sentido metafísico reflejan la psique y emociones del Wiccano. La personalidad del individuo y cualquier inestabilidad emocional es directamente proporcional al balance de la naturaleza de los elementos que residen en esa persona.

La conciencia de estos elementos es conocida como “maná”, “numen”, o más comúnmente como “elementales”.

Los elementales de la tierra son espíritus cuya vibración es tan cercana a la de la Tierra misma, que alteran su composición mineral, además poseen poder sobre las rocas, flora y fauna.

Los elementales del aire, son los espíritus cuya vibración está íntimamente relacionada con la energía emanada por los electroimpulsos nerviosos de los seres vivientes, además de tener gran poder sobre la mente y el sistema nervioso.

Los elementales del fuego son los espíritus cuyos rangos de vibración son muy similares a las energías emocionales, como ser, gozo, amor, odio, miedo y otras poderosas emociones, además tienen el poder sobre las emociones y el estado gene4ral del metabolismo del cuerpo.

Los elementales del agua son los espíritus cuyas vibraciones son similares a los fluidos, y tienen el poder sobre el balance entre la humedad y los fluidos y el resto de la naturaleza.

Toda la creación es animada e influenciada por la presencia de estos elementos (o la falta de los mismos). Cada objeto que sufre una manifestación comparte una naturaleza material y una espiritual. La naturaleza material le da forma y la espiritual le da vida. Sin embargo, todo lo físico tiene su contrapartida espiritual.

Las correspondencias metafísicas de los elementos están contenidas en el Zodíaco y ayudan a la elaboración de la carta astral. Empédocles, un estudiante de Pitágoras, fue el primero en introducir la doctrina de los Cuatro Elementos e insertarla en la Astrología. El enseñó que los cuatro elementos eran la cuádruple raíz de todas las cosas. Este es el cuadro tradicional en el ocultismo europeo derivado de sus enseñanzas.

Estas son las correspondencias básicas de los elementos:

Tierra – Tauro, Virgo, Capricornio – Frío + Seco.
Aire – Géminis, Libra, Acuario – Caliente + Húmedo.
Fuego – Aries, Leo, Sagitario – Caliente + Seco.
Agua – Cáncer, Escorpio, Piscis – Frío + Húmedo.


LAS DIMENSIONES OCULTAS

Filosofías ocultas sostienen que hay cuatro reinos que abarcan la creación: Espiritual, Mental, Astral y Físico.

Así como hay planos físicos de existencia, existe también el plano espiritual. Se cree que cada plano es un reflejo del plano superior. El dicho ocultista “como es arriba sea abajo” se origina de este concepto. Esencialmente cada plano inmediato inferior manifiesta la “forma de pensamiento” creado en el plano inmediato superior. En la magia, uno establece su deseo en el plano superior de manera que se manifiesta en el plano inferior.

Los siete planos son los siguientes:

1. Dimensión última.
2. Dimensión divina.
3. Dimensión espiritual.
4. Dimensión mental.
5. Dimensión astral.
6. Dimensión elemental (plano de las fuerzas).
7. Dimensión física (plano de las formas).

Directamente sobre el plano de las formas está el plano elemental. Todo lo que ocurre en el plano físico está íntimamente relacionado con este plano. Las dimensiones reaccionan como una hilera de piezas de dominó: una empuja a la otra y la cadena empieza. Esta es una ley de la física y también de la metafísica (como es arriba es abajo), y es como los hechizos de magia funcionan y las oraciones son transmitidas.

Esta ley es el mecanismo interno que trabaja dentro de los planos. Cada plano vibrando como consecuencia de las vibraciones recibidas de otro plano. Encima del plano de las fuerzas está el plano astral, que es un reino etéreo que contiene las “formas de pensamiento” de la conciencia colectiva. Es aquí donde los cielos e infiernos de creencias religiosas existen, alimentados por los pensamientos y emociones de los religiosos del plano físico. En este plano podemos crear imágenes tanto de lo que queremos como de lo que tememos.

Desde el momento que todos tenemos un poco de las chispa creadora que nos creo, podemos utilizar esa misma fuerza. Nuestras mentes creativa operan de la misma manera en que funciona esa conciencia que nos dio vida, siendo la única diferencia el hecho que nosotros somos una chispita y no la fuente. El proceso creativo de todas maneras es prácticamente el mismo que utilizamos para crear magia.

Por ejemplo si decido crear una vela curativa, primeramente necesito crearla en mi mente. Ese pensamiento irá a través de los distintos estados representados por los siete planos. El plano divino recibirá la chispa del plano último. El plano espiritual concebirá la vela, el mental la visualizará, el astral la creará en materia etérica, el elemental la traerá en la forma de pensamiento y el plano físico proporcionará la sustancia… y abracadabra… tendré la vela curativa.

En términos simples, la necesidad surge arriba (plano último), y uno mismo comienza a pensar que necesita para satisfacer esa necesidad (plano divino). Eventualmente formamos una idea (plano espiritual) y luego refinamos la idea de manera que pueda verla en mi mente (plano mental). Una vez que podemos verlo claramente con el ojo de la mente, lo dibujamos en un papel (plano astral). Luego juntamos los materiales necesarios para la construcción y empezamos a hacerlo (plano elemental). Una vez terminado de construir tenemos el objeto requerido y nuestro trabajo está terminado (plano físico).

La magia es un arte de creación. El material que utilizamos es la sustancia astral. El poder para crear con nuestros pensamientos reside en nosotros debido a la chispa creadora. Creamos de acuerdo con la divina fórmula de los planos. A mayor es la emoción, más exacto es el pensamiento, y así también su correspondiente respuesta del plano astral. Para crear cambios en el mundo físico mediante la magia primero debemos causarlos en el plano astral.

El propósito del ritual mágico es el de elevar y dirigir la energía (que contiene la forma de pensamiento) al plano astral. Los símbolos gestos, colores y elementos del ritual son todos los métodos de comunicación astral. Ellos también crean las imágenes necesarias para que todos los participantes se unan y formen un conciencia colectiva. Cada uno libera una carga de vibraciones al ritual mágico. Las formas de pensamiento empiezan a manifestarse en el plano astral y se transforman en canales para las fuerzas de planos superiores.

El ritual da energía a esas formas, los canales luego se bren como respuesta a eso y las fuerzas se hacen más potentes. Luego de acuerdo con el trabajo y su naturaleza, la energía levantada subirá al plano astral o descenderá del plano divino (en el caso de rituales de invocaciones de los Dioses).

Esto se manifiesta claramente en la Encarga de la Diosa -“Dejen la alabanza fluir en el corazón de los que se regocijan, he aquí todos los actos de amor y placer son mi ritual. Y por ello dejen que existan la belleza y la fuerza, poder y compasión, honor y humildad, celebración y reverencia entre ustedes.”- Es bueno notar y mantener estas cualidades en perfecto balance.

Y meditar en ellos como modelo de una ética balanceada, mientras recordamos que cada una de estas cualidades son posibles y no restrictivas. Compasión significa empatía, no condescendencia; Humildad significa reconocimiento verdadero del propio estado de evolución, no autoabastecimiento; Reverencia significa capacidad para maravillarse (cualidad esencial de los Wiccan), no solo sacarse el sombrero o inclinarse al pasar frente a una iglesia. Y el buen brujo sabe que la Compasión siempre debe ser acompañada por el Poder, la Humildad por el Honor y la Reverencia por la Celebración.

Bendiciones!

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