jueves, 2 de julio de 2009

HECHIZO DE LA FERTILIDAD

La fertilidad es una de las preocupaciones más corrientes de las parejas. Pero este hechizo no es solamente para la fertilidad física de los humanos, sino para invocar a nuestra musa, para ser más creativos, para prosperar más en nuestro trabajo, evolucionar en nuestro negocio o negocios, para tener un jardín maravilloso en flor, etc.

Para aplicarlo a cualquier persona, cosa, animal o planta que tenga la capacidad de crecer, expandirse, reproducirse.

La Triple Diosa a la que llamamos con mil nombres tales como Allat, Cibeles, Ishtar, Isis, Iananna, Yemanyá, Danu, Péle es la que regula la fecundidad en el mundo. Así que este ritual servirá para llamarla y lograr su bendición para cualquier persona o cosa se beneficie de una mayor fecundidad. Eso sí, recordad que la Magia debe ser usada sólo para las personas que hayan solicitado esa ayuda mágica y estén de acuerdo. Hay que respetar el libre albedrío.

El hechizo puede realizarse en cualquier instante en que el tiempo sea bastante bueno y estable.

Materiales:

Leche de coco (si no la encuentras puedes substituirla por leche de vaca).

Un cáliz (puedes utilizar cualquier copa pero deberías tener una dedicada a los rituales).

Una varilla de tu incienso favorito.

Durante tres noches seguidas, contempla un rato la Luna y disfruta de su compañía. La situación ideal sería un lugar donde pudieras estar sola, concentrada y con los pies desnudos sobre la Tierra.

Mientras la miras, medita sobre la Diosa y las muchas bendiciones que los seres humanos recibimos de ella. Para que el hechizo funcione debes sentirte en sintonía con la Diosa Madre. Si, por ejemplo, para ello precisas más tiempo, no importa. Dedícale más noches.

Entrando en ese estado de especial conexión, llena el cáliz con la leche de coco y sácalo al exterior. Déjalo que se bañe con la luz plateada de la Diosa. Enciende el incienso, seguidamente, y clávalo en la Madre Tierra.
Convoca el poder y crea un espacio sagrado alrededor tuyo, allí donde estás trabajando la Magia.

Concéntrate en la Madre y en atraer su bendición. Coge el cáliz y vierte un poco de leche de coco sobre la tierra desnuda, al tiempo que dices:

"Tu amor se vierte sobre la tierra,
Gran Madre, por favor bendice a..."

Ahí, en los puntos suspensivos debes decir el nombre de la cosa o de la persona para quién realizas el ritual.

Las mujeres que desean quedar embarazadas, por ejemplo, pueden decir "mi vientre", "mi útero". Para alguien que desea que su negocio funcione mejor puede decir "mi empresa" y así pues, diremos aquello que mejor describa nuestra intención específica.

Podemos verter todo el líquido en un solo punto u ofrecerla en diferentes lugares, al tiempo que repetimos el hechizo. Permanece allí donde hayas vertido la leche hasta que el incienso se haya consumido completamente. No permitas que nada te abstraiga de lo que estás llevando a cabo y visualiza fuertemente el poder de la fertilidad actuando sobre el lugar o la persona hacia el que lo has enfocado.

Meditaremos y esperaremos pacientemente, con ilusión, a que el hechizo se manifieste. Recogeremos el cáliz, los restos del incienso, cerraremos el círculo siendo agradecidos.


Contemplaremos la Luna, cada vez que podamos, los días posteriores al ritual. Sonreiremos en la confianza y el conocimiento de que el hechizo está funcionando y la Madre Diosa nos ha bendecido.

Es un ritual hermosísimo de la experimentada Eileen Holland.

Bendiciones!

1 comentario:

Alma Lattapier dijo...

Hola:
queria feliciatarte por tu blog ,el cual prometo leer en profundidad e invitarte a pasar por mi blog ...