jueves, 12 de marzo de 2009

LA DIVINIDAD

La Divinidad se encuentra en cada rincón de todo lo que nos rodea.

Ella es parte de nuestra esencia y parte de ella habita en nuestro interior. En ocasiones no es fácil encontrarla y conocerla, pero eso es simplemente que no nos conocemos a nosotros mismos. Su luz se desborda en nuestros corazones y la podemos sentir con cada palpitación.

Hay quienes piensan que a la Divinidad hay que tratarla con diplomacia y formalidad. Le hablan refinadamente y modifican su dialecto común.

Sin embargo, ¿es necesario dejar de ser uno mismo para hablarle con respeto a la Divinidad? Ella nos conoce mejor que nadie y las formalidades están, por lo tanto, de más. Es bueno tratarla como una amiga. Hablarle con confianza, sin el temor de evadir algún tema.

La Divinidad no es un personaje con un solo nombre, o con un solo aspecto. Cada quien le llama como más le guste. Cada cual tiene la capacidad de entablar un vínculo especial y genuino con la Divinidad. En este camino no hay límites para visualizar la energía divina.

A diferencia de lo que piensan muchas personas, los Wicca no necesariamente son politeístas. Una persona politeísta, es aquella que venera muchos Dioses. Nosotros solamente veneramos a uno. La Divinidad es una sola energía, única y especial. El detalle es que nosotros le podemos nombrar de mil maneras a esa energía divina.

La Divinidad es una sola. Sin embargo, hay infinitas formas de nombrarle, pero eso no cambia su esencia. El nombre que cada quien le asigna, es de acuerdo a sus necesidades y afectos.

Los paganos visualizamos una Divinidad que nos acepta tal y como somos nosotros y no nos condena por ser diferentes. Ella nos ama y nos bendice a todos por igual, sin importar sexo, raza, nacionalidad o preferencia sexual.

La Divinidad no tiene un género en específico. Para nosotros los Wiccanos, esa Divinidad posee dos aspectos principales: el femenino y el masculino.

Representamos al Dios a través del Sol, que nos brinda calor y nos protege con su fortaleza y valentía. Y representamos a la Diosa a través de la Luna, que nos brinda amor y nos cuida como una madre a un hijo.

Bendiciones!

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