sábado, 23 de enero de 2010

HECHIZO PARA LA CONFIANZA

Todos hemos sido lastimados en algún momento de nuestras vidas, ya sea en el amor, en la familia o en el trabajo. A veces la más pequeña púa puede herirnos profundamente.

Este ritual está pensado para una reconstrucción lenta, tanto para depositar de nuevo la confianza en la persona que nos ha traicionado como en otras situaciones diferentes.

Comenzaremos el ritual por la mañana, justo cuando amanezca.

Tomamos un recipiente con hielo. Colocamos algunas adularia, amatistas o cuarzos rosas en un vaso de cristal transparente, lo cubrimos con hielo y lo colocamos en un lugar frío o que no le de el sol o calor tan directamente.

Saldremos a pasear y buscamos cualquier señal de un nuevo renacer. Puede ser una rama que florece, una flor silvestre, una pajita que cae al suelo mientras un ave construye su nido o una flor en fruto que no hubiera madurado, es decir, cualquier cosa que pueda sugerir una renovación, un renacimiento. Tomamos esta señal y posteriormente la colocaremos al lado del vaso de cristal.

Encenderemos una vela de color pálido:
Azul para curarnos de una traición.
Rosa para asuntos familiares.
Verde para el amor.

Decimos en voz alta:

“Arde vela, arde.

Funde el hielo que ha crecido en torno a mi corazón

y deja que la vida fluya.”


Plantamos un brote de albahaca o algunas semillas en una maceta de barro. Al colocar nuestras manos sobre la tierra, recitaremos en voz alta:

“Entierro el dolor, la ira y la traición

y planto las semillas de la esperanza.”


Cuando el hielo se derrita y vaya apareciendo el agua, lo removeremos diciendo:

“Fluyan, aguas, fluyan hacia una nueva vida,

confianza y alegría.”


Dejamos que el hielo se vaya derritiendo a su ritmo y mientras nos dedicaremos a otras tareas positivas, como por ejemplo ordenar un cajón desordenado, solucionar algún problema doméstico, etc.

Cuando el hielo se haya convertido en agua, vertemos un poco de esta agua sobre la planta o las semillas y decimos:

“Crece, esperanza, crece

para que mi confianza pueda dar fruto.”

El resto del agua la usaremos para regar nuestras plantas o algún jardín o arbolito, y dejaremos que la vela se apague enviando la luz a aquel o aquellos que nos hayan hecho daño o nos hayan traicionado consciente o inconscientemente.

Bendiciones!

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