miércoles, 18 de marzo de 2009

LAS HERRAMIENTAS RITUALES I

En la magia, trabajamos con herramientas o instrumentos que simbolizan la energía de un elemento específico. Se suelen colocar sobre los altares mágicos para utilizarlos durante las prácticas rituales.

Así como en otras religiones, en Wicca algunos instrumentos son utilizados con fines rituales. Estos instrumentos son utilizados para evocar las Deidades, alejar la negatividad, y direccionar la energía por medio del toque y de la intención.

Algunos instrumentos como el caldero, la varita y la escoba han ido asumiendo papeles importantes en el folclore y en la mitología contemporánea. Gracias a la popularización de cuentos, fábulas y leyendas las personas saben hoy que se utilizan calderos para preparar pociones y la varita para transformar lo feo en bello. El común de la gente, sin embargo, ignora la poderosa magia que hay detrás de esos instrumentos y su simbolismo dentro de la Wicca.

Estos instrumentos enriquecen rituales y simbolizan energías complejas. Los instrumentos no poseen otros poderes que no sean los que nosotros mismos les transferimos.

En conjunto simbolizan el equilibrio y la totalidad. Se pueden usar para dirigir las energías mágicas o para bendecir a personas, objetos, animales, lugares o espíritus. Pero también pueden utilizarse como instrumentos de defensa para protegerse o expulsar a los espíritus, las energías o las manifestaciones negativas, dirigiendo sus energías ascendentes hacia esos intrusos.

Muchas de nuestras herramientas actuales llegaron a la magia durante la época medieval, a través de los contactos que los brujos mantenían con los magos ceremoniales. Otros objetos proceden de los mitos y las leyendas de los primeros pobladores europeos; un ejemplo de esto sería el martillo, adoptado en muchas tradiciones nórdicas por su asociación con el Dios Thor.

En el culto pagano, algunas herramientas resultan más familiares que otras; por ello, algunos iniciados en estos ritos suelen utilizarlas aunque en sus tradiciones se prefieran otras.

No debemos olvidar que estas herramientas no son más que meros catalizadores de nuestros propios poderes. Actúan como una extensión de nuestras energías y sólo pueden funcionar de este modo, ya que sus poderes son mínimos.

Simplemente presentan ciertas afinidades con un determinado elemento, así como un nivel vibratorio compatible con nuestras propias vibraciones interiores. La conjunción de ambos factores determinará el mayor o menor grado de efectividad de una de estas herramientas.

Para saber si uno de estos objetos es válido para uno, se debe sujetar suavemente y dejar que nuestro ser interior se comunique con él. A través de este contacto debemos ser capaces de intuir nuestro grado de compatibilidad con el objeto. Si escogemos sabiamente su uso reiterado permitirá una sintonización cada vez más perfecta entre la herramienta y nuestros patrones personales de energía, convirtiéndose así en un eficaz aliado de nuestras prácticas mágicas, tal vez ya para el resto de nuestra vida.

Para utilizar nuestras herramientas es recomendable hacer un ritual de purificación y consagración de estos elementos a los Dioses para cargarlos de la energía propia.

No hay que apurarse en comprar todas las herramientas. Todo llega a su debido tiempo. Ellas nos eligen a nosotros y no al revés. Si bien para la práctica de la Wicca debemos poseer al menos algunos de esos instrumentos, el tener todas las herramientas no es imprescindible para el ejercicio del arte. Lo importante es el flujo de energía y conocimiento que vamos adquiriendo.

Bendiciones!

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