viernes, 9 de octubre de 2009

EL ERMITAÑO

Esta carta simboliza el hombre desapegado que se ha retirado de la sociedad, ha renunciado a las comodidades materiales en búsqueda de una verdad superior. Se le adjudica a Hermes Trimegisto, y con Diógenes, el erudito y sabio griego que recorría las calles con un candil encendido, como ilustra la figura del naipe. Símbolo del hombre que se abre paso en la oscuridad trayendo un poco de la luz que ilumine sus próximos pasos.

Si sale derecha:
esta carta le indica al consultante que debe tomar distancia de sus problemas y del entorno que lo rodea. Quizás se halle sumido en la confusión representada por la oscuridad que rodea al ermitaño, es necesario internarse en las profundidades de su propio ser, para encontrar allí las respuesta, alejándose de todo tipo de distracciones y de los ecos de las voces que resuenan en su cabeza. Solo así podrá escucharse a sí mismo y hallar la claridad necesaria para actuar. En otro sentido esta carta nos habla el buscador espiritual, el hombre que se retira del mundo para realizar prácticas espirituales, meditación y oración y así elevar el espíritu.

Si sale invertida:
este naipe hace referencia a una persona demasiada encerrada en sus propias opiniones, que no sabe escuchar a los demás ni ver mas allá que por encima de su hombro. Puede tratarse de una persona que se siente totalmente sola en el fondo de su alma, sin darse cuenta que él es el artífice de su soledad. Se ha autoimpuesto aislarse del mundo y romper los vínculos con sus seres queridos. También puede indicar aquí a una persona demasiado fanatizada con la religión, que profesa un culto exacerbado por lo esotérico, pero que no basa su fé en una auténtica entrega espiritual.

Bendiciones!

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